Un estudio sobre el terreno realizado por Navarro, vicepresidente del colegio aragonés de arqueólogos, y su equipo sitúa la fosa en el Pago del Peñón Colorado, a pocos metros del antiguo campo de instrucción. "No es una noticia nueva, no estamos descubriendo el lugar donde está enterrado. Esta ubicación está en las principales referencias históricas, basta con leer con detenimiento las distintas fuentes", explicó Caballero. "En un primer momento Garzón pretendía buscar en este lugar, pero luego la Junta de Andalucía se dejó asesorar por un comité de sabios que optó por la ubicación de Gibson sin contar con Gibson".

Situación de las piedras
El estudio se ha basado en la situación de las piedras de la zona. "Están alineadas de una forma anormal, lo que es muy común en los parajes donde hay fosas de la Guerra Civil", aclaró Navarro, que ha participado en la apertura de más de treinta fosas y que fue el primero en dirigir una excavación de este tipo en Aragón por encargo de la Asociación Nacional para la recuperación de la Memoria Histórica. "Delimitan claramente un espacio, es un caso típico", explicó el veterano arqueólogo.

Terreno alterado
Unas nueve grandes piedras habrían sido colocadas alrededor de un pozo ciego que fue abierto tratando de encontrar agua para el ganado. "Lo abrió el propietario de la finca El Pepino, que estaba junto al campo de instrucción, al otro lado de la carretera. Cuando empezaron los fusilamientos lanzaron los cuerpos allí, una capa de cadáver y otra de tierra", comentó ayer Miguel Caballero mientras enseñaba imágenes tomadas por la aviación estadounidense en los años setenta en las que todavía puede verse cómo el terreno había sido alterado.

Fácil reconocimiento
Por su parte, Navarro explicó que a simple vista puede reconocerse con facilidad que ahí hay una fosa importante. "No ha habido trabajos agrícolas, que son los que más dificultan encontrar este tipo de enterramientos. Partiendo de esa base, basta con ver el hundimiento de una parte de la tierra y su cambio de color.

Cinta de Gibson
Por su parte, Miguel Caballero ha aportado al informe la documentación histórica que avala la posibilidad de que entre los que fueron allí enterrados se encuentre García Lorca. "No hay más que escuchar la cinta grabada por Gibson. En el minuto 30 y 33 segundos el comunista dice que allí fue donde le indicaron a él. Entonces Gibson se indigna y le pregunta que cómo, que si no había dicho antes que lo enterró él con sus propias manos. En opinión de Caballero, la mejor investigación sobre la muerte del poeta fue la elaborada por Eduardo Molina Fajardo.