A cada hogar castellano-manchego le cuesta la televisión regional, CMT, algo más de cien euros anuales, muy por debajo de los 110 euros de media que paga cada familia por mantener la señal autonómica, según los datos recogidos en el IV Informe Económico sobre la Televisión Pública en España, elaborado por Deloitte . Coste que, añadido a la inexistente deuda, convierte a la tele manchega en un “manjar mediático” que Villa hereda libre de cargas financieras y con una audiencia por encima de otros entes autonómicos, como es el caso de Telemadrid.

Otras televisiones autonómicas
Cantidad que contrasta sensiblemente con lo que tienen que pagar los valencianos (117 euros), o los vascos (191 coste por hogar), a quien les sigue Canal Sur (121) y los catalanes (114). Nada qué ver con los 219 euros que pagan los baleares por el mantenimiento de su televisión regional. Así las cosas, Villa puede presumir de dirigir un ente que Jordi García Candau, anterior director, consiguió que no supusiera un fuerte gravamen para los castellano-manchegos.

La ruina valencia
Ya lo dijo José Bono hace unas semanas: “Con lo que debe la televisión valenciana se paga toda la deuda de Castilla-La Mancha". Y es que Canal 9, contralado hasta hace unos días por Francisco Camps (PP), tiene la friolera de 1.800 trabajadores, una plantilla que supera con creces a la de Tele 5 y Antena 3 juntas. Pero no solo eso, la deuda de la televisión valenciana alcanza los 1.287 millones de euros, equivalente a la congelación de las pensiones, y cuenta con un presupuesto de 184 millones, con los que se podría mantener 552 camas hospitalarias, o lo que es lo mismo, evitar el brutal cierre de centros de salud y ambulatorios en la Comunidad Catalana, cuya televisión también tiene una deuda que sobrepasa los mil millones de euros.

76 millones y 380 empleados
Ante estos datos, que asustan al más pintado, el “periodista de los obispos” se encuentra en la televisión de Castilla-La Mancha con un presupuesto de 76 millones y una plantilla de 380 empleados, entre técnicos, administrativos y periodistas. Nada comparable con la situación de Telemadrid que controla el Gobierno del PP de Esperanza Aguirre, que con una caída en picado de la audiencia (6,2%, inferior a la CMT), cuenta, además, con una deuda de 230 millones, al margen de los 158 que recibe de la Puerta del Sol. El ente madrileño tiene una plantilla de 1.176 trabajadores.

“Imparcial y barata”…
Y como Cospedal conoce perfectamente la realidad de las televisiones autonómicas, evita ahora hablar de privatizar la castellano-manchega, y prefiere pedir a Nacho Villa que haga una tele “más certera, imparcial, profesional, entretenida y menos costosa para los castellano manchegos”. Del mismo modo, ha eludido hablar de “despilfarro” sabiendo como sabe que el ente manchego es uno de los más saneados de España y que nunca “ha gastado más de lo que ha ingresado”, señala a ELPLURAL un exdirectivo de CMT.

…”Y pluralidad”
La presidenta regional también ha indicado que “lo mejor” que pueden hacer los gobiernos que cuentan con medios de comunicación públicos es “ofrecer pluralidad informativa” en los contenidos “porque los pagamos entre todos y, además, tienen que rendir cuentas en las Cortes de Castilla-La Mancha”. Ahora falta saber qué modelo elegirá Villa, ¿el madrileño, denunciado en varias ocasiones por sectario? ¿El valenciano, objeto de tesis doctorales sobre manipulación informativa? ¿O acuñará uno propio con la hora del ángelus de por medio?