Entonces, ¿por qué García Albiol viste de largo una operación rutinaria? La respuesta es sencilla. El alcalde más xenófobo del PP en Cataluña, y seguramente en España, declaró que la actualización se ha realizado para conseguir que las ayudas sociales municipales sólo beneficien a los badaloneses. De esta forma, García Albiol levanta su bandera denunciando un supuesto fraude y presentándose como la solución. Lo cierto, sin embargo, es que este supuesto fraude en el cobro de ayudas nunca ha sido probado por el PP de Badalona.

Consolida su discurso
Con hechos como éste, García Albiol quiere consolidar un discurso profundamente xenófobo en el que los inmigrantes son un problema, aunque “sotto voce” no duda en equiparar inmigración con delincuencia o, simplemente, con ilegalidad. En septiembre, García Albiol tendrá que responder por este discurso que plasmó en un folleto que sin rodeos vinculaba a los inmigrantes con los delincuentes.

CiU, boca cerrada
Hoy, García Albiol debe estar satisfecho. Su objetivo se ha cumplido. Televisiones, radios, prensa escrita, medios digitales, redes sociales, se han hecho eco de su nueva victoria en contra de los inmigrantes, a favor de poner coto a sus abusos –facilitados por la debilidad de la izquierda- poniendo orden en el “descontrol”. Ayer tocó poner orden en el descontrol del empadronamiento. Mañana, Dios verá. Albiol hace su trabajo. Los medios de comunicación ponen el amplificador. El discurso de mentiras y medias verdades se extiende como mancha de aceite. Lo dicho, objetivo cumplido. Como invitado de piedra en esta representación se encuentra CiU. La derecha catalana que ha facilitado la alcaldía a un discurso xenófobo mantiene silencio. No ha dicho ni una palabra en este mes. Quizás, el acuerdo sobre presupuestos de la Generalitat al que han llegado populares y nacionalistas sea una buena razón para mantener la boca cerrada.