Con esta decisión, Pedreira, que lleva el caso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) atendía este lunes a la petición de la Fiscalía y  sumaba la imputación de delito contra la Hacienda Pública a los dos que ya tenía por cohecho y blanqueo de capitales.

Finca en El Escorial
En el auto de Pedreira se aportan datos de un informe de la Agencia Tributaria del pasado 25 de mayo sobre la venta en 2006 de una finca en El Escorial por parte de Proyedicon S.L., una sociedad que gestionaban los dos cabecillas de la Gürtel -Francisco Correa y Pablo Crespo-, a la empresa UFC de Ulibarri y en la que supuestamente se eludió pagar el impuesto del patrimonio.

595.000 euros
Semejante olvido le costó a las arcas de la Comunidad de Madrid la friolera de "595.000 euros" por ese impuesto, según señala el juez. Además, supondría un delito fiscal ya que la cantidad eludida supera los 120.000 euros que establece el Código Penal. El juez considera que deben responder de ese delito Ulibarri, como administrador de UFC en el momento en que se realizó la operación, así como Correa y Crespo, como gestores de la empresa que vendió la finca.

Juntos contra Garzón
La relación entre Ulibarri y Francisco Correa no se restringe a este caso. De hecho, el juez Baltasar Garzón, en su auto de inhibición del caso Gürtel, pone al empresario leonés como "ejemplo" de la "forma de actuar" de la trama en sus relaciones con empresarios y políticos. Precisamente, una de las últimas acciones conjuntas de Ulibarri y Correa fue la de denunciar a Garzón a través de sus abogados por las escuchas que les realizó. Una acusación por la que el magistrado sigue esperando ser juzgado a día de hoy.

El cuñado de su número dos
Pero no todos los jueces deben caerle tan mal a Ulibarri. Por ejemplo, el magistrado Enrique López, que no ha dejado pasar ninguna oportunidad para criticar a Garzón o ponerle zancadillas judiciales. Pero es que, además, Enrique López, el candidato para el Tribunal Constitucional en el que el PP se ha empeñado pese a que su nombramiento era ilegal, es el cuñado de la mano derecha de Ulibarri, Miguel Hernán Manovel García. Precisamente, Manovel fue consejero delegado de UFC, la empresa que aparece en el auto de Pedreira, hasta que el imperio de Ulibarri empezó a hundirse.

El caso Nevenka
Las relaciones de Ulibarri y sus empresas aparecen vinculadas a gobierno del Partido Popular en numerosos contratos públicos. Un ejemplo curioso lo relató Juan José Millás en su libro Hay algo que no es como me dicen. En él, el escritor relata el caso de Nevenka Fernández, la concejala popular de Ponferrada (León) que fue acosada sexualmente por su alcalde, Ismael Álvarez y cuenta como Begar, la empresa nodriza del imperio Ulibarri, le retiró una importante oferta de trabajo cuando denunció su via crucis.

Contratos en Ponferrada
"El dueño de esta empresa -cuenta Millás- José Luis Ulibarri, era también accionista de Ferroser, la empresa a la que Ayuntamiento de Ponferrada había otorgado la concesión  del servicio de aguas de la ciudad. No era preciso ser un paranoico para imaginar que las presiones habían comenzado a actuar unas horas después de la denuncia".

Un hombre con amigos
En todo caso, cabe destacar que Ulibarri es un hombre con amigos. Muchos amigos y de todos los colores. Prueba de ello es que año tras año, y especialmente en los dos últimos, cuando ya había sido imputado por la Gürtel, Ulibarri sigue reuniendo a la flor y la nata de León en la entrega del premio Diario de León, empresa editorial que también controla. En las dos últimas ediciones no han faltado miembros del gobierno regional, del PP, entre ellos el presidente, Juan Vicente Herrera.  Y tampoco se han perdido el evento los líderes del PSOE en la provincia, incluido el hasta ahora alcalde de la capital, Francisco Fernández o el delegado del Gobierno, Miguel Alejo.