Su principal herramienta, la hipocresía que, recordemos, es la acción de fingir u ostentar creencias o cualidades que se exigen a los demás y que el hipócrita, en realidad, no tiene. Molière inmortalizó a unos personajes-tipo con los que pretendía denunciar este tipo de actitudes que causan graves perjuicios en individuos y sociedades enteras. El Tartufo (falso filántropo y embaucador) y El avaro (insaciable codicioso) son dos de sus grandes obras teatrales.

A poco que agudicemos mínimamente la atención, en el panorama político español podemos reconocer a muchos personajes que podrían responder a esos modelos humanos que denunciaba Molière. Personajes que hablan de democracia mientras que la corrompen; que hablan de libertad pero que la recortan; que se refieren a los derechos y piensan sólo en los propios; que se dicen centristas y contienen el extremo ideológico antidemocrático. Personajes que inventan la corrupción ajena, y tienen sus listas electorales llenas de corruptos implicados en tramas que ya quisiera para sí Al Capone; que se llenan la boca de la palabra “paro” pero no asumen que ese paro es consecuencia inevitable de su propia gestión, y de la palabra ETA, pero ni mencionan que en España estamos viviendo el mayor período de inacción de la banda terrorista.

En un mitin electoral reciente, el ex-presidente Aznar ha hecho atrevidas afirmaciones como “el Gobierno es responsable de la vuelta de los terroristas”, o “los socialistas han enviado a los españoles al paro masivo”. Aunque haya gente que se crea estas zafias peroratas electoralistas, bien por falta de acceso a la información, o bien por acceder a una información manipulada y sesgada, quizás merezca la pena desdecirlas porque nada tienen que ver con la realidad. Es obvio que con el gobierno Zapatero la banda terrorista ha estado más inactiva que nunca, y que la gestión del terrorismo ha sido la más eficaz de todos los gobiernos precedentes. Cerca de 250 muertos por atentados terroristas en las dos legislaturas de Aznar y menos de 10 en las de Zapatero son datos muy concluyentes

Con respecto al paro, recordemos que fue el señor Aznar quien, con fecha 23 de junio de 2000 (Real Decreto-ley 4/2000) decretó, con carácter urgente, la liberalización del suelo en territorio español, origen y causa principal de la posterior burbuja inmobiliaria, la canallesca ley del ladrillo, la entrada indiscriminada de inmigrantes, los contratos basura, los desmanes financieros e hipotecarios, cuyas nefastas consecuencias llevamos soportando varios años, además de la vergonzosa atribución de tales desmanes al gobierno de Zapatero.

La peor de la maldad, decía, es aquella que se comete con consciencia y que se vierte después contra personas ajenas a ella. La mayor de las hipocresías, decía, es la que se fundamenta en ostentar virtudes o cualidades que, en realidad, no se tienen. Los malvados y los hipócritas son, en realidad, personas débiles; acuden a la manipulación y a la mentira porque carecen realmente de argumentos veraces y sólidos que les direccionen hacia el éxito limpio y merecido.

Y no me refiero a nadie en concreto, sino a todo político que utilice falsedades y malas artes para conseguir votos y llegar al poder. Pueden vencer, claro que sí, pero nunca podrán convencer, porque, como diría Unamuno, pueden tener fuerza, pero carecen de lo más importante, la razón. Porque quien no conoce la realidad es un ignorante, pero quien, conociéndola, la oculta o la tergiversa es un miserable; no lo digo yo, lo dijo Bertolt Brecht.

Coral Bravo es Doctora en Filología