Según recoge el Gobierno en el Informe de Estabilidad Financiera que ha remitido a Bruselas este fin de semana, la Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que en 2010 se redujo en un 8% el número de ocupados "que trabajó menos horas de las habituales debido a enfermedad, accidente o incapacidad temporal". Y achaca la reducción del gasto por incapacidad laboral transitoria a las mejoras en su gestión.

Ahorros para compensar el gasto en pensiones
Según Economía, los ahorros que esto está suponiendo, junto con el descenso de las prestaciones por desempleo, "permitirán compensar sobradamente" el mayor peso que tendrán las pensiones (en el gasto) en 2014.

El miedo a perder el empleo
Los sindicatos achacan al miedo a perder el empleo el descenso de las bajas. Además, desde septiembre del año pasado está en vigor la reforma laboral, no pactada con los agentes sociales, que contempla como causa de despido objetivo (indemnización de 20 días por año trabajado) las faltas al trabajo, aunque estén justificadas, si superan el 20% de las jornadas laborales en dos meses consecutivos, o el 25% a lo largo de cuatro meses discontinuos en un año, siempre que la media de absentismo laboral de la plantilla de la empresa supere el 2,5%.

Definir qué es absentismo
El problema, que ahora también se plantea en la reforma de la negociación colectiva que está a punto de aprobarse, está en definir qué es absentismo porque, según explican los sindicatos, las bajas por maternidad están ahora incluidas "y no parece lógico que así sea". Incluso quieren añadir las horas de los liberados sindicales.

La patronal de pymes catalana Pimec afirma que la incapacidad transitoria, sigue, desde el inicio de la crisis en 2007 "una tendencia claramente bajista". El 65% de las horas no trabajadas, según sus datos, son por causas ocasionales. El coste directo del absentismo, según esta patronal, es del 1,15% del PIB.

Reforma de la negociación colectiva
En la actual negociación colectiva, el principal punto de fricción está en la petición empresarial de gestionar las altas de la incapacidad temporal por contingencias comunes, que ahora están en manos exclusivas de la Seguridad Social, a través de las mutuas. La patronal argumenta que este control de las mutuas permitiría reducir el absentismo laboral. Recuerda que las bajas por accidente que controlan las mutuas tienen una duración media de 34 días, frente a los 46 que registran las que gestiona el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Los sindicatos, sin embargo, se resisten a dejar en manos de las asociaciones empresariales el control de las bajas por enfermedad común porque creen que se presionaría a los trabajadores y que primarían los objetivos dinerarios y de ahorro de costes, frente a la salud de los empleados.