El cinismo del Partido Popular andaluz y la dobla moral en el tratamiento del caso de los Eres irregulares no tiene parangón. Tras revelarse la supuesta gestión de dicho ERE por parte de la candidata popular integrante de la lista municipal en Córdoba, Cristina Ruiz, que tuvo a la postre que dimitir, las declaraciones en defensa de su honestidad e inocencia fueron amplias y numerosas desde Sevilla y especialmente desde el partido en Córdoba.

Hoy, tras las declaraciones de Oña, la estrategia ha cambiado de forma sustancial. Posiblemente las revelaciones del portavoz socialista, Mario Jiménez, en el sentido de que se conocerán cartas entre la candidata dimitida y el ex Director general de Trabajo, Javier Guerrero, imputado en la causa, así como algunas informaciones que aluden a gestiones en el ERE en favor del padre de la propia Cristina Ruiz, han hecho que el PP abandone a su suerte a Ruiz y pretenda desvicularla de la familia popular.

"Afín al PSOE"
La portavoz del PP-A en el Parlamento andaluz, Esperanza Oña, ha afirmado que Cristina Ruiz tenía "mucha amistad" con el exdirector general de Trabajo y Seguridad Social Francisco Javier Guerrero y que puede ser que cuando se tramitó el citado ERE, en el año 2006, fuese "afín" al PSOE.

"No era del PP"
Oña ha indicado que no sabe si por aquel entonces Cristina Ruiz era socialista, pero lo que sí que puede asegurar es que "no era del PP, como tampoco lo es ahora". "Se trata de una persona independiente, situada en el puesto número 22 y que iba a colaborar por su experiencia en el sector de la discapacidad", ha precisado la dirigente 'popular'.