Los magistrados de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJM tienen ahora claro que Manuel Delgado Solís, el abogado de Francisco Correa, dedicaba su trabajo a más cosas que asesorar a Don Vito en su defensa. Los jueces creen que hay muchos “hechos de apariencia delictiva” que confirmarían las sospechas de la Fiscalía de que Delgado se dedicaba a diseñar estrategias para ocultar el origen y la propiedad del dinero de Correa.

El contratador
En el auto, los jueces citan bastantes de esos hechos que podrían incurrir en delito y que evidencian la relación entre Correa y Delgado. Fue este abogado quien puso a Antoine Sánchez, el primo de Correa, de testaferro en sus empresas, y también quien contrató a su nuevo contable, Christian Rodríguez. No es algo que se sólo desprenda de las escuchas, sino que ambos confesaron en sus interrogatorios que fue Delgado quien les llamó.

Los viajes de Delgado a Panamá
El magistrado también asegura que Delgado fue quien viajó junto a Pablo Crespo (número dos de la trama Gürtel) quien viajó a países como Panamá o Argentina para conseguirle a Correa la residencia en esos países con carácter retroactivo, y así poder evadir a Hacienda. También fue el encargado de cambiar el domicilio de algunas de sus empresas después de que la Policía registrase el despacho Blanco Guillamot, donde estaban localizadas antes. Además, el tribunal asegura que ambos imputados intentaron que se les pagase sus servicios a sabiendas de que los bienes de Correa estaban congelados.

Anulación de las escuchas
Curiosamente, fueron estos magistrados y esta sala los mismos que decidieron que se debían anular todas las escuchas realizadas en la cárcel por Baltasar Garzón a los acusados y sus abogados. La principal excusa era que los abogados estaban diseñando estrategias de defensa, mientras que Garzón alegaba que estaban participación en la comisión de delitos junto a los acusados.

Persecución de El Mundo
El hecho de que Delgado Solís fuera consejero de Unidad Editorial, la empresa editora de El Mundo, en los primeros pasos del rotativo, de 1992 a 1997, podría explicar la "persecución mediática", en palabras de Garzón, que este diario dedicó al magistrado por su actuación en el caso de las escuchas, que llego a calificar de "chapucera e ilícita". El diario de Pedro J. se regocijó en su portada con la anulación de las grabaciones y no pasó la oportunidad de regañar a las fiscales por “proteger una ilicitud al respaldar” al juez y al Colegio de Abogados por “no ser beligerante” en su crítica a los pinchazos.

Socio de Palacio
Manuel Delgado Solís, más allá del caso Gürtel, tiene otras vinculaciones con el Partido Popular. Este abogado dirigió en los años 90 un conocido bufete de abogados llamado Palacio & Delgado, que alcanzó cierta fama al encargarse de los asuntos jurídicos de Alicia Koplowitz. El otro apellido que daba nombre al bufete era el de su socia, Ana Palacio, que luego sería ministra de Exteriores en el Gobierno de José María Aznar.