¿Cuántas veces revisas Facebook? ¿Estás muy pendiente de lo que sucede en la red social más utilizada del planeta? ¿Sueles conectarte con mucha frecuencia para 'otorgar' los Me gusta correspondientes? Son preguntas que, aunque es probable que no te hagas, sí se encuentran en tu subconsciente con plasmación en la vida real. Si la respuesta es "muchas veces", "constantemente" y "demasiado", entonces a lo mejor tienes un problema, o para ser más exactos lo tiene tu cerebro.

Es lo que se desprende del informe publicado por el medio especializado en neurociencia Behavioural Brain Research. Esta revista científica ha dado a conocer los datos de un estudio en el que se pone de manifiesto que estar pendiente de manera constante y permanente desde nuestro teléfono móvil a lo que sucede en Facebook, puede afectar a la materia gris del cerebro.

Para quienes no tengan claro qué es o a qué afecta la materia gris, hay que aclarar que, grosso modo, se asocia a la función de procesamiento de información y muchas veces se considera que está relacionada con la inteligencia de los seres vivos.

Seguro que ahora empiezas a preocuparte por el titular que encabeza esta noticia, pero lo harás más. La citada publicación concluye que una exposición continuada, es decir, un uso extenso e, incluso, desproporcionado, de Facebook a largo plazo puede responder afirmativamente a la pregunta planteada en el encabezamiento.

¿Nos vuelve 'tontos'?

Si bien hay que tomarse este tipo de trabajos como lo que son, lo cierto es que el casi centenar de hombres y mujeres a los que se hicieron resonancias magnéticas mientras utilizaban Facebook durante un período de cinco semanas arrojó como resultado una pérdida de materia gris por parte de quienes lo hicieron a lo largo de más tiempo, frente a los que lo usaron de forma moderada o regular.

No es la primera vez que se elabora un estudio sobre el uso de las redes sociales. Ya con anterioridad, otros trabajos advirtieron de los niveles de ansiedad y nervisismo en el que caen algunas personas al comentar noticias u observar los mensajes que reciben sus propios comentarios a artículos, vídeos u otros soportes publicados en las plataformas.

Regular, no censurar

Tal vez por aquello de las críticas que les pueden llover a los autores de este trabajo publicado por Behavioural Brain Research, uno de sus responsables dejó claro que lo conveniente es regular el uso de Facebook y no censurar la aplicación.

Una vez más, como suele suceder en otros supuestos relacionados con un uso excesivo, lo adecuado es echar mano del sentido común, es decir, usar de modo racional ésta y cualquier otra red social. Así se evitarán esos supuestos problemas cerebrales, pero también de pareja, sociales, de convivencia, familiares y otros que harían esta lista interminable.