Esos inconvenientes con tu pareja o esa amiga con la que no hay feeling en el supuesto de que les llegase un mensaje comprometido de cuyo envío te arrepientes nada más pulsar el botón de aceptar, por no mencionar tu más que probable paso a las listas del INEM si el destinatario de la controvertida comunicación es tu jefe, no tendrían solución hasta ahora. Y es hasta ahora -en realidad, cuando esté operativa- porque una de las posibilidades que WhatsApp estudia desde hace meses y que ha perfilado en los últimos días con cambios sustanciales en comparación con los primeros test, el borrado de mensajes enviados, puede ver la luz a corto plazo.

Todo se encuentra todavía en fase de pruebas. Sin embargo, según se ha sabido, aunque en un primer momento se iba a dar el visto bueno a la opción de borrar mensajes durante un período más largo, tal y como informamos desde El Telescopio en diciembre pasado, ese tiempo para rectificar en las nuevas versiones se reduce notablemente y, ojo, porque la modificación es para tenerla muy en cuenta.

Una noche de valentía y...

En concreto, según las pruebas que realiza WhatsApp, la novia, el empleado o el amigo que, tal vez en medio de una noche desinhibida como consecuencia de alguna bebida espirituosa, decide dar un paso definitivo y se lanza a enviar el mensaje prohibido, debe saber que apenas dispondrá de 2 minutos para evitar la hecatombe.

Hay que decir que, para eliminar el mensaje en cuestión, el destinatario no puede haberlo leído porque de ser así, esos 120 segundos servirán de poco. En las informaciones que han aparecido en las últimas horas, el uso de esta funcionalidad será, como todas las que implementa la aplicación del teléfono verde, muy sencilla y consistirá en mantener pulsado el mensaje para que aparezca la opción de borrar.

De media hora a sólo dos minutos

En diciembre, cuando empezó a hablarse de esta posibilidad, además de que el tiempo del que se disponía para el borrado era de casi media hora, también se anunciaba que aunque se llegase a tiempo, a la persona a la que se había enviado le saldría que el mensaje ‘ha sido eliminado por el remitente’. Nada se dice de esto ahora, de ahí que suponemos que también aparecerá con la reducción del tiempo de supresión a dos minutos.

Como entonces, repetimos aquello de que a lo mejor es peor el remedio que la enfermedad. No obstante, en esta ocasión, quien haya caído en la tentación del mensaje comprometido siempre se podrá escudar en que no era para nada ofensivo, al fin y al cabo, ya no hay prueba que pueda 'incriminarle'.