Tiene la mirada franca y directa de quien todavía respira después de tanto esfuerzo; y la sonrisa de oreja a oreja de quien sabe que lo ha conseguido. Dejó un trabajo de banquera bien retribuido [como dirían Golpes Bajos] por una apuesta personal que le permitiese seguir aprendiendo cada día, sin dejar de ser madre. 

Se llama Gemma Muñoz y dirige desde la antigua farmacia de su madre El arte de medir, una empresa especializada en big data. "Pero no se trata de recoger datos, sino sobre todo de aplicar inteligencia a éstos", afirma categórica, para diferenciarse de quienes "hacen otras cosas". "Somos los únicos que nos centramos exclusivamente en aplicar inteligencia a los datos". 

Estudió ingeniería informática y pasó los primeros años de su carrera profesional en los principales bancos de este país. Tras quedarse embarazada, decidió pedir una excedencia de cinco años. Han pasado siete desde entonces "y no he vuelto", comenta entre risas. 

El camino no ha sido sencillo. "Sobre todo al principio, cuando todavía no estás en la rueda de facturar y cobrar". 

Sin embargo, ha conseguido crear una empresa con quince empleados. "Ese fue el momento más importante: decidir contratar a personas". 

No podemos pensar que estamos muy por detrás de Estados Unidos. Tenemos que estar orgullosos

Hoy, habla con humildad de sus logros, de su empeño en conseguir el equilibrio entre la vida profesional y la personal sin renunciar a nada, ni siquiera a ser la máxima responsable de una empresa en la vanguardia tecnológica

Y nos pide que saquemos pecho. “No podemos pensar que estamos muy por detrás de Estados Unidos. Yo salgo a dar conferencias en el extranjero y no estamos alejados de ellos. Tenemos que estar orgullosos”. Y, en un día como hoy más que nunca, todos tenemos que estar orgullosos también de contar con mujeres capaces de definir su propio éxito y hacerlo realidad.

Datos e inteligencia

El arte de medir cuenta entre sus clientes con varios miembros del Ibex35. Por eso, nadie mejor que Gemma para explicarnos hacia dónde va el sector  de la medición. "La información de sensores, del internet de las cosas va a ayudarnos a crear contexto, a recoger datos de determinadas máquinas… El futuro es apasionante”.

Le plantemos la duda de si estamos dejando demasiada información sobre nosotros mismos en la red. "A todos nos gusta que los sitios que visitamos cada día nos ofrezcan contenidos que nos interesen. Y no se puede personalizar sin datos. Yo creo firmemente que si los datos son utilizados para dar una mejor experiencia a la persona, son bienvenidos".

Por eso, defiende que los datos sean analizados y contextualizados. “Se almacenan muchos datos, se pierde mucho tiempo en integrarlos en herramientas, pero luego no se usan para optimizar el negocio en base a esos datos. Nosotros lo que hacemos es transformar esos datos en conocimiento ".