Organizarte como quieras, sin estar sometido a un horario rígido. No tener que salir de casa cuando fuera el frío arrecia, o cuando las altas temperaturas veraniegas no permiten alejarse mucho del aire acondicionado. Y a eso puede sumarse ser su propia jefa, si hablamos de una persona emprendedora autónoma.

Las ventajas de trabajar desde casa resultan apetecibles, más aún si se requiere de poco equipamiento que no haga necesario el uso de una sede fija para almacenar. Porque entonces la oficina puede montarse en cualquier parte, ser incluso móvil.

Un estudio de la empresa de orientación de empleo TinyPulse, realizado entre trabajadores remotos y no remotos, deparó en que los primeros fijaron su felicidad en el 8.1. Quienes ejercían desde la oficina, sin embargo, no pasaban del 7,42, una brecha que se incrementaba cuando la pregunta era cuánto de valorado te sientes en el trabajo: 7,75 los trabajadores remotos frente a 6,69 los de oficina.

Quienes ejercen el teletrabajo, de hecho, consideran que es más productivo trabajar fuera de la oficina, según otro estudio de la Universidad de Harvard. Tiene sentido si consideramos que el trabajador se ahorra el trayecto de ida y vuelta y se encuentra en un espacio tan confortable y personal como su propia casa, alejado de la, a veces, bulliciosa oficina llena de gente. Y con el jefe al acecho.

Será por esto de la productividad por lo que las empresas se abren cada vez más a esta opción, que tanto parece gustar también a los trabajadores. Ya en 2013 y según un estudio de la consultora IDC, el 13,4% de la plantilla de las empresas trabajaba desde casa, y se estimaba que el porcentaje se multiplicará por tres en los próximos años. Y está claro que hay que contar con un equipo mínimo.

El WiFi, uno de los mejores amigos

Trabajar desde casa no significa vivir en total desconexión. Es más, se trata de aprovechar una de las ventajas clave, como es el poder ser contactado en cualquier momento a través de las nuevas formas de comunicación. Las redes de mensajería instantánea, por ejemplo, amplían cada vez más sus servicios, incorporando las videoconferencias (algo que ya hacía Skype). Eso sí, que la Red vaya como la seda es cuestión sine qua non.

Contar con una buena conexión a Internet se hace necesario, pero puede que la oficina en casa esté alejada del punto desde el que se emite la señal, del router. Un amplificador de WiFi, como explican en la web Cómo llamar en número oculto, puede ser una buena solución para mejorar la cobertura WiFi.

Se trata de que la señal llegue con igual intensidad a todos los lugares de la casa, que rompa la barrera que puedan suponer las mismas paredes con sus materiales aislantes, o las interferencias que puedan causar otras señales vecinas. Y es que las empresas proveedoras, con idea de maximizar sus beneficios, suelen instalar routers básicos.

Hay que intentar sacarle el máximo partido colocando en un punto estratégico, y reforzar la señal con un amplificador WiFi que puede costar entre 20 y 70 euros.

Cualquier ratón no sirve

Si te quedaste en ese viejo modelo con la bolita rodante, has de saber que en esto de los ratones la innovación también es manifiesta. Que se lo pregunten sino a los gamers que pasan horas y horas delante de un juego para PC: un buen ratón puede marcar la diferencia entre ganar o perder. Y eso puede extrapolarse a lo profesional.

El de la bolita es, de hecho, el modelo más antiguo. Era un ratón mecánico, cuya esfera de plástico tendía a acumular suciedad y, por lo tanto, requería un mantenimiento mínimo para funcionar correctamente. Su variante fue el ratón óptico, con un sensor que fotografía de forma exhaustiva la superficie sobre la que se sitúa, para detectar los cambios de posición que el usuario ejerce. Todo esto, claro está, en un lapso de tiempo muy corto.

Los de láser, por su parte, son modelos más sofisticados, tan sensibles que son aconsejables para usos especializados. Además de ellos, está el trackball, que registra el movimiento del pulgar sobre su superficie, de forma que el usuario mueve solo el dedo y no el ratón completo con su mano.

Dependiendo de la conexión, los ratones también pueden ser de muy diverso tipo. A la tradicional opción del cable, se suman las opciones inalámbricas, por radiofrecuencia o por bluetooth, entre otras. Si buscas un ratón inalámbrico en esta web ratoninalambrico.es/bluetooth tienes muchas opciones entre las que elegir. Comprar un ratón requiere de tiempo, más aún si se busca algo concreto como los periféricos bluetooth.

Otros accesorios y aplicaciones

Si se trata de tener disponibilidad para contactar y ser contactado, unos auriculares con micrófono no pueden faltar en el equipo. También los hay de muy diversa índole, dependiendo de si se clasifican por sonido, soporte, funcionamiento o conexión. Sí, también hay cascos con micrófono que funcionan de forma inalámbrica por radiofrecuencia, infrarrojos o bluetooth. Y lo de auriculares con micrófono abre a su vez posibilidades a si se trata de tipo diadema o sin son intraariculares.

Cuestión aparte es qué software o aplicación se elija para realizar las videoconferencias u aquellas acciones que requieran de un utensilio como el anterior. Si se trata de soluciones integradas, Google Suite ofrece una solución cloud 2.0, como cuentan en la web del enlace, que pone a disposición del trabajador “potentes herramientas de comunicación y colaboración”, desde hangout a Gmail empresarial.

De hecho, la opción no solo está indicada para teletrabajadores, sino para el conjunto de la empresa. Google Suite tiene 3 planes, uno básico que ofrece 30 GB de capacidad por usuario, uno para negocios que ofrece un TB y uno más avanzado que, siendo similar al anterior, permite controles más avanzados. Requieren el abono de una tarifa.

En todo caso, queda comprobado que al margen de la facilidad o de la efectividad que depare eso de trabajar en casa, sin las nuevas tecnologías no sería lo mismo.