En estos tiempos, cada vez se escucha con más frecuencia el riesgo que corre el medio ambiente por las acciones cotidianas del ser humano. Entre ellas, conducir se lleva la palma por la cantidad de productos nocivos que emiten los vehículos, cuya repercusión negativa para salud, además, está fuera de toda duda.

Somos conscientes de algo así cuando lo percibimos directamente, siendo el paradigma la famosa nieblina cada vez más habitual que cubre, sobre todo, las grandes ciudades en determinados momentos. Sin ir más lejos, estos días Madrid se encuentra en el punto de mira en este sentido.

Sin embargo, en relación con esa ‘seta’ de contaminación existe la creencia de que son el CO2 y dióxido de carbono que emanan de los coches los que más influyen, dejando de lado otros gases tóxicos.

Entre ellos hay que destacar, y no desde una perspectiva positiva, los óxidos de nitrógeno. Como reconoce Yoann Groleau, director de la División de Automoción, Infraestructuras y Transportes de Altran España, la normativa europea en la materia ha podido contribuir a infravalorar este tipo de emisiones, centrándose fundamentalmente en el dióxido de carbono. “En Altran nos parecía insuficiente”, y observándolo “llegamos a la conclusión de que -esa normativa- no analiza la realidad de las emisiones de NOx -óxidos de nitrógeno- de los vehículos”.

Herramienta pionera

Fruto de ese análisis es la herramienta que acaba de presentar esta empresa líder en materia de ingeniería e I+D. Se trata de ecoNOx, un sistema que se compone de una red de sensores instalados en el vehículo que monitorizan las emisiones, las condiciones ambientales, distintos parámetros del motor de combustión y de la conducción.

El objetivo es demostrar que este tipo de gases, su emisión e incidencia, “dependen mucho de la forma de conducción”. Groleau es claro al indicar que “no es lo mismo un modo suave y adecuado que agresivo”.

Los datos que recaba ecoNOx se procesan en una centralita electrónica que, vía Bluetooth, los envía a su vez a una interfaz táctil, implementada por la propia multinacional, ubicada junto al conductor.

Informar y concienciar

“Lo que hacemos con esta herramienta es informarle de cómo mejorar su conducción, del histórico de sus trayectos e, incluso, de cuánto hemos conseguido reducir el nivel de emisiones”, afirma.

El diseño de ecoNOx destaca por un uso sencillo gracias a esa “interfaz amigable” cuyos datos registra en la nube. Así, el conductor puede ir superando retos de eco-conducción mediante dinámicas de gamificación y, a su vez, sentirse copartícipe directo de la protección del entorno.

En la creación de este sistema, el área de Automoción de Altran España ha invertido aproximadamente un año, tiempo en el que se ha testado en todos los entornos posibles (verano, invierno, al nivel del mar, en altura…), puesto que las emisiones de NOx dependen, tanto del tipo de conducción, como de las condiciones meteorológicas. Este análisis exhaustivo se realiza con el propósito de “tener en cuenta todos los parámetros posibles”, explica Yoann Groleau.

El resultado es una herramienta pionera al convertirse en el primer sistema de optimización orientado al usuario, a la conducción sostenible y a la monitorización de flotas en tiempo real, sirviéndose para ello, además de la nube, el Internet de las Cosas y Big Data. Asimismo, según informan desde la compañía, “todos los datos y las dinámicas de juegos, se pueden centralizar en una app web”.

Tecnología al servicio del medio ambiente

Sin duda alguna, ecoNOx es el paradigma de la tecnología al servicio de la protección del medio ambiente. “De lo que se trata es de concienciar a la persona para que conduzca de manera adecuada”, puesto que, en palabras del responsable de la División de Automoción, Infraestructuras y Transportes de Altran España, una vez que se produce esa implicación con la protección del medio ambiente, el conductor comprueba “en tiempo real cómo se reduce hasta en tres o cuatro veces este tipo de emisiones”.

Tal y como reconocen desde la compañía, ecoNOx puede ser una opción válida para que los ayuntamientos puedan mejorar la calidad del aire de sus ciudades con su instalación en las flotas de vehículos municipales, tales como autobuses, sin olvidar las flotas de taxis o las empresas de mensajería.

Por desgracia, el ser humano parece que sólo reacciona ante una situación negativa si aparece el tema económico, es decir, si el bolsillo se ve afectado. De nuevo en esta apartado ecoNOx resulta interesante ya que, entrar en la dinámica de la conducción eficaz, además del rédito ecológico, también conlleva un ahorro de dinero por el menor consumo de combustible.