Todo comenzó cuando Fernando Álvarez Peralba, un nadador español que cometía en Mundial Masters de Budapest pidió a la Federación Internacional de Natación, guardar un minuto de silencio por los atentados de Barcelona y Cambrils. La organización no lo permitió y el joven decidió hacerlo solo. Permaneció los 60 segundos en la plataforma de salida mientras sus compañeros nadaban. 

Decenas de nadadores y clubes de natación han lamentado la decisión de la FINA y han aplaudido el gesto de Fernado Álvarez, que tachan de "ejemplar".