La historia de José Luis podría ser el eje de un rebuscado chiste o de una rocambolesca novela. Sin embargo, es real como la vida misma, y a su protagonista no despierta mueca alguna que se asemeje a una sonrisa. 

Este madrileño residente en la Comunidad Valenciana desde hace tres años, ha sido víctima de varios errores graves. El primero le supuso tener que demostrar que estaba vivo, ya que un fallo administrativo hizo que lo diesen por muerto durante años. El segundo, tuvo que ver con una infección no tratada a tiempo que casi le cuesta la vida. Denunció el caso y eso le supuso enfrentarse a un sistema que, afirma, "se ha vengado, a su manera, quitándole el derecho a ser trasladado en ambulancia". 

El último fallo del que ha sido víctima no comporta la gravedad de los anteriores, sin embargo, confiesa José Luis a este medio, "me hace mucho daño psicológico".

A sus 63 años fue citado en la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva del Hospital de Torrevieja, el centro que le corresponde. Cuando preguntó el porqué de la cita, le respondieron que la habían pedido desde psiquiatría, "consulta a la que no voy desde hace tres meses". Ni entendió, ni entiende nada, puesto que no ha tenido intención de ser padre. 

No hay duda de que se trata de una equivocación, pero José Luis confiesa estar "cansado" de lo que muchos ven como mala suerte, y él considera "malintencionado". ¿Por qué nunca se equivocan con otro?, se pregunta. 

Por el momento, no ha acudido a la cita y dada su pésima experiencia con la sanidad valenciana se plantea dejar esta región cuando venza su contrato de alquiler.