El pasado lunes 24 de julio entró en vigor una nueva ordenanza en San Pedro del Pinatar, localidad bajo el dominio del Partido Popular por mayoría absoluta. Esta nueva prohibición se basa en el fin del nudismo en las playas de este municipio murciano.

Una ordenanza que indignó a miles de personas, muchas de las cuales han firmado contra esta iniciativa que, además, contempla multas de 750 euros por hacer nudismo en las playas de San Pedro del Pinatar.

ELPLURAL.COM ya habló con el presidente de la Federación Española de Naturismo (FEN) y aseguró que se trata de algo “ilegal e inconstitucional”, además de suponer una vuelta a los tiempos de Franco, cuando el nudismo se regulaba de “una manera muy parecida”.

El último nudista de San Pedro

En su publicación de este mes, Interviú ha contactado con la última persona en hacer nudismo en la playa de La Llana - de San Pedro del Pinatar -, una de las afectadas por la prohibición popular.  Prefiere no desvelar su nombre para evitar ser reconocido, aunque se jacta de llevar “25 años veraneando en esta zona del litoral” y lamenta que “se nos haya prohibido estar como nosotros queramos”.

Ese citado ciudadano, de Madrid para más señas, no está de acuerdo con la medida de la alcaldesa del PP, Visitación Martínez. “Aguantaré la primera multa” pero augura que si “se suceden, sí que dejaría de venir”, lamenta este nudista.

Por otro lado, Interviú  ha contactado con otro vecino de San Pedro del Pinatar de nacionalidad inglesa. A pesar de conocer la prohibición por comentarios de otros vecinos, ha reconocido que “estoy dispuesto a seguir desnudándome hasta que la Policía Local me llame la atención”.

El equipo de gobierno del municipio murciano ha declarado a Interviú que las playas de San Pedro del Pinatar nunca han sido calificadas como nudistas, a pesar de que la FEN diga lo contrario basándose en una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos de 2014, que dictamina que el nudismo se engloba dentro de la libertad de expresión.

Desde la oposición declaran que se trata de una prohibición para erradicar las prácticas sexuales que se realizan en las dunas, aunque no se ha tenido en cuenta el derecho de los naturistas.