La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado por un delito de vulneración del derecho al honor al periodista Antonio Naranjo, el cual calificó de “maltratador” a Maximo Pradera y lo acusó de haberle agredido en una discusión durante su participación conjunta en la sección Con Un Par del programa de Julia Otero en Onda Cero.

El enfrentamiento entre Antonio Naranjo y Máximo Pradera se remonta a la época en la que compartieron micrófonos en Onda Cero, cuando el primero aseguró que había sido amenazado y agredido por el segundo, que niega tal extremo. Un oscuro episodio que se dirime en los tribunales. Julia Otero prescindió de ambos pero el hecho es que Pradera volvió al programa al poco tiempo y Naranjo no.

No hubo agresión

En la sentencia a la que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, el Tribunal entiende que la testigo del incidente, Marina Martínez Vicens, reconoce que Max Pradera “se limitó a quitar la mano que le había puesto en el hombre D. Antonio, pero no hubo agresión física. Igualmente confirma que no considera al demandante una persona violenta”, algo que también corrobora la periodista Julia Otero.

Por esto, la Audiencia considera que “no hubo una agresión física que justificara la calificación como maltratador de D. Maximo”, ponderando en esta situación concreta el derecho a la libertad de expresión y el de honor.

El Tribunal entiende que, en el contexto que se encontraban ambos periodistas, participando “en un programa de debate, en el que se busca la confrontación de ideas, las situaciones de tensión que rebasan el ámbito profesional, pueden ser compresibles, como que extrapolen este ámbito y se trasladen a lo personal”. Pero “lo que no es justificable es que se desquicie una discusión hablando de maltrato y agresión física” basándose en “un hecho aislado” y proyectando una imagen “de agresividad de D. Máximo” en un medio de amplia difusión “tan amplia como es la red social Twitter y medios digitales”.

Del mismo modo, el propio Máximo Pradera, en declaraciones a ELPLURAL.OCM, ha defendido que la querella no tenía ningún fundamento ya que Naranjo incluso llegó a asegurar en Twiter que había recibido “dos andanadas de manotazos y empujones” y ni presentó parte de lesiones. “Yo le saco una cabeza, si le hubiese pegado algún rastro quedaría”.

Lo contrario a la primera instancia

En primera instancia, la demanda de Pradera fue desestimada por el Juzgado nº1 de Pozuelo de Alarcón 20 de septiembre de 2014. Ahora, el tribunal provincial da la razón a Pradera y condena a su excompañero en Onda Cero a “indemnizar por daños” al demandante “en la suma de 5.000 euros” y a publicar tanto en su cuenta personal de Twitter como en el diario Periodista Digital la sentencia condenatoria, algo que Naranjo aún no ha cumplido.

Pradera también ha querido señalar la total contraposición entre la sentencia en primera instancia en Pozuelo y la de ahora en la Audiencia Provincial. Asegura que la primera jueza “invirtió el testimonio de la testigo” Martínez Vicens y no ponderó los derechos de la libertad de expresión y del derecho al honor, algo que ahora sí ha hecho la justicia “de forma impecable”, opina.

Recurrirá

La sentencia también incluye que contra ella cabe interponer “recurso de casación y, en su caso, de infracción procesal” en un plazo de 20 días ante el mismo Tribunal. Naranjo ya ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que lo hará: “Y ahora otro juez tendrá la última palabra. Y ya”.

Por su parte, Pradera considera a Naranjo “perro ladrador y poco mordedor”, por lo que no cree que vaya a recurrir, fiel a su estilo de “periodismo amedrentador”. Por si acaso, también le ha respondido, sin citarlo, en Twitter: “¿Qué dices, chaval? ¿Que vas a recurrir? Acércate, anda”, y adjuntado una imagen muy gráfica. 

A la espera de Tertsch

Tras conocerse esta sentencia, Max Pradera ha señalado también a través de su Twitter que su próximo objetivo es septiembre, cuando él y su abogado decidirán si interponer una demanda contra el columnista de ABC, Hermann Tertsch después de que este afirmase en Twitter que Pradera preparaba una “agresión contra él mediante un sicario” y adjuntase una foto en la que aparecía con un amigo en un bar.