La actuación de Kiko Rivera prevista para este sábado después de la Color Run, en Melilla, ha sido suspendida. Las razones que se esgrimen desde la Consejería de Juventud para la cancelación son de carácter "administrativo". El cantante no habría aportado "una documentación referente a la solvencia técnica que se había solicitado". 

Sea como fuere, lo cierto es que el hijo de Pantoja se queda sin concierto en un tiempo en el que la suerte no le sonríe. Son varias las localidades que le han dado la espalda. Este mismo de mes de mayo, los vecinos de Guardo, un pequeño pueblo de 6.724 habitantes de Palencia, lograron miles de firmas en la plataforma Change.org con el fin de que Kiko Rivera no amenizase sus fiestas de San Antolín. 

La realidad es que los ayuntamientos son reticentes a contratarle, en gran medida por sus problemas con Hacienda. Y es que todavía no se ha olvidado la polémica que se originó en el municipio de Alcantarilla por los 10.000 euros de dinero público que pagaron al polémico dj. Noticias como “Un Ayuntamiento paga 11.000 euros a Kiko Rivera mientras apenas destina 5.000 euros a las familias necesitadas” plagan la hemeroteca; y, hace tres años, también la presión ciudadana consiguió suspender el concierto que Rivera iba a ofrecer en Medina del Campo.

De poco parece servir el correo electrónico enviado por su representante, Miguel Huerta a múltiples localidades españolas, en el que afirma que “es uno de los Dj´s más destacados de la escena comercial española. Su música ha sonado en todos los rincones del planeta, hecho que le ha llegado (sic) a ganarse un público muy fiel y entregado en sus actuaciones”. 

Huerta expone que el último trabajo musical del hijo de Isabel Pantoja ha alcanzado los 4 millones de reproducciones. En su opinión, Kiko Rivera ha conseguido un doble disco de oro, acumula varios ‘números uno’ en su trayectoria discográfica y es “el artista de moda”. 

Pero el mensaje no logra hacer crecer la contratación Algo similar a lo que le ocurrió a su madre cuando en 2007, el Ayuntamiento de Madrid, entonces gobernado por el Partido Popular, contrató a Isabel Pantoja,  para las fiestas de San Isidro. Su implicación en el ‘caso malaya’, por el que la tonadillera ha llegado a ingresar en prisión, le ha cerrado las puertas en las fiestas de los pueblos.