Los sistemas de control de presencia llevan décadas utilizándose en empresas privadas de todos los tamaños y sectores, ahora cada vez son más comunes en los organismos públicos, incluso para controlar el absentismo entre los profesores universitarios.

El Tribunal de Cuentas, encargado de fiscalizar las cuentas de las universidades, lleva desde el año 2003 advirtiendo del escaso control que se realiza sobre la asistencia de los docentes al trabajo, un control que en muchas ocasiones se limite a una firma en una hoja de papel.

Catorce años después, algunas universidades siguen sin implementar sistemas de control de presencia que controlen el absentismo de una manera más eficaz, pero las que lo han hecho reconocen que la decisión ha sido todo un éxito.

“Se ha mejorado en la puntualidad de los profesores” y el absentismo se ha convertido en “un problema residual”, afirma el rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) que utiliza un sistema de control de presencia desde hace 5 años.

Los sistemas de control de presencia son terminales donde los empleados deben fichar a la entrada y la salida (ya sea mediante su huella dactilar, tarjeta, contraseña o reconocimiento facial). Esta información queda almacenada en el terminal y después se descarga en el ordenador para realizar los informes necesarios para el departamento de recursos humanos o las inspecciones de trabajo.