No es la primera vez que se celebra, pero en esta ocasión la polémica que ha suscitado ha sido mucho mayor que en años anteriores. Surrofair, la feria que organiza la revista ‘Babygest’ y que reúne a profesionales y representantes de clínicas de reproducción asistida para informar sobre la gestación subrogada, arranca este sábado en Madrid, pocas semanas después de que en nuestro país se haya constituido la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres.

Esta agrupación reúne a medio centenar de organizaciones de mujeres y colectivos LGTBI con el fin de evitar la legalización de "esta explotación reproductiva" en España y advertir que "las mujeres no son ganado para satisfacer el deseo de crianza de unos pocos".

Esta misma semana, decenas de asociaciones pedían a la Fiscalía que actuase de oficio e impidiese la celebración del evento, que, debido a las críticas, se ha visto obligado a cambiar de escenario. El hotel en el que iba a realizarse decidió cancelar el acuerdo, lo que ha llevado a los organizadores a anunciar que “tomarán las medidas legales que consideren oportunas contra el Hotel Meliá Avenida América".

Del mismo modo, han manifestado que “ya se ha procedido a la denuncia contra las personas que han amenazado y coaccionado para evitar que se realice. Entendemos que cualquier grupo u organización tiene derecho a expresar libremente sus opiniones, si bien no se pueden tolerar amenazas y coacciones”.

Charlas y stands

Aunque esta práctica es ilegal en España, Surrofair muestra a través de sus stands en qué países puede hacerse y qué tipo gestantes y concepciones hay. Entre los expositores, todos internacionales, figuran el California Center for Reproductive Medicine, Gestavida o New Life Global Network.

Asimismo, se celebran charlas sobre gestación subrogada en países como Ucrania, Canadá y Estados Unidos, aspectos a tener en cuenta ante la paternidad gay o en solitario y testimonios de gestantes.

Las mujeres no se alquilan

Quienes se oponen a esta práctica, alertan, sin embargo, de que "el deseo de paternidad o maternidad no puede sustituir o violar los derechos de las mujeres y los menores".

Con su concentración este sábado frente al hotel Weare Chamartín, donde se ha celebrado Surrofair, cientos de mujeres venidas de distintos puntos del país bajo el lema 'No compres bebés, no explotes mujeres' quieren, además de mostrar su rechazo a la feria, pedir a los gobiernos nacional y autonómicos que “no se deje engañar por campañas mediáticas y no cedan ante las fuertes presiones del Lobby que pretende legalizar en españa la industria que comercializa con las capacidades reproductivas de las mujeres". 

“La maternidad por sustitución niega a las mujeres gestantes el derecho a decidir durante el proceso de embarazo y en la posterior toma de decisiones relativas a la crianza, cuidado y educación del menor”, explican desde la RECAV, a lo que añaden que “contempla medidas punitivas si se alteran las condiciones del contrato”.

Frente a los que consideran el vientre de alquiler "una técnica de reproducción asistida", como Ciudadanos, que apuesta por una ley que regule esta práctica, no dudan en tacharla de “violencia obstétrica”.

Ni por altruismo

Respecto a la postura de aquellos que se han manifestado a favor de la gestación subrogada por “altruismo y generosidad”, aseguran que su legalización incrementaría también la comercial. “No sirve de parapeto argumentativo para esconder el tráfico de úteros y la compra de bebés estandarizados según precio”.

Para la Red Estatal Contra el Alquiler de Vientres, “ninguna legalización puede controlar la presión ejercida sobre la mujer gestante y la distinta relación de poder entre compradores y mujeres alquiladas”.

Esta práctica de embarazos a la carta es “un nicho de negocio que expone a las mujeres al tráfico reproductivo. Se cosifica el cuerpo de las mujeres y se mercantiliza el deseo de ser padres y las mujeres no se pueden alquilar ni comprar”, concluyen.