En 2017 aún quedan algunos vestigios del nazismo, pero no en Alemania donde las leyes prohíben cualquier tipo de identificación con el movimiento, sino en España. Uno de ellos se sitúa en el madrileño cementerio de La Almudena, en un monumento que recuerda a la Legión Cóndor. ¿Qué es la Legión Cóndor? Una unidad de aviación del ejército nazi que tuvo un papel importantela encargada del bombardeo de la ciudad vasca de Gernika.

El Ayuntamiento de Madrid, a petición de Alemania, ha decidido retirar la placa conmemorativa. Una medida que se adopta en la víspera del 80 aniversario del bombardeo de Gernika. Ahora bien, se retira el frontal y se han colocado pequeños indicativos con los nombres de los enterrados sobre sus sepulturas. Una placa que rezaba lo siguiente: "Aquí descansan pilotos alemanes caídos en la lucha por una España libre. Aviadores alemanes muertos por Dios y por España ¡Presentes!". 

Mauricio Valiente, tercer teniente de Alcalde, defenderá en el Pleno el reconocimiento y homenaje del Ayuntamiento de Madrid a las víctimas del nazismo, amén de impulsar actos con el fin de promover la memoria de estas víctimas. Una intervención que estará marcada por los testimonios de víctimas españolas que sufrieron en sus propias carnes el horror vivido en los campos de concentración nazis. 

Petición de la embajada alemana

La nueva empresa municipal funeraria ha estado de acuerdo con la retirada del frontal de la Legión Cóndor, una petición expresa que la embajada alemana transmitió en forma de misiva a la funeraria. "Antes del 25 de abril de 2017 procedan al desmontaje de las placas de hormigón" ya que no está protegido por ningún patrimonio y "la titularidad es de la República Federal de Alemania". 

El embajador alemán ha reiterado que "el desmontaje deberá incluir la retirada de todo el frontal", incluso piden que se sitúen "siete placas pequeñas y sencillas" con el fin de identificar a las personas allí enterradas. 

Por su parte, desde el Ayuntamiento advierten que  la placa poco después volvió a aparecer el mismo texto serigrafiado por desconocidos, una de las razones que ha impulsado a la funeraria y, por ende, a la embajada teutona, a retirar el frontal. Un frontal que, dicho sea de paso, ha tenido un protector más que conocido durante mucho tiempo, nada más y nada menos que el mismísimo Alberto Ruiz-Gallardón.