La imagen de un pasajero empujado, vejado y sangrando al ser expulsado de un avión por guardias de seguridad es la gota que ha colmado el vaso del sufrido usuario del transporte aéreo en nuestros días. Ocurrió en Estados Unidos, la víctima era un médico que insistía en que debía viajar para ocuparse de algunos pacientes y la responsable de la agresión, una de las compañías aéreas​ más importantes de un país cuya extension hace que volar sea una necesidad cotidiana para millones de personas. Su excusa, muy insuficiente en comparación con lo ocurrido.

Lo preocupante es que es algo que ocurre a diario en todo el mundo: Quiénes toman un avión, por ocio o por trabajo, han dejado de ser solamente "pasajeros" para convertirse en sufridores habituales de algún tipo de maltrato. Estos son los más comunes: