Que el hombre es un animal eminentemente social no es ninguna novedad. De hecho los principales avances que hacemos como sociedad suelen estar vinculados a la mejora de las comunicaciones. Desde el descubrimiento de América, hemos ido disminuyendo el tamaño relativo del mundo. Si bien los países siguen a la misma distancia unos de otros, la velocidad de las comunicaciones se ha aumentado tanto que ahora son instantáneas.

Teniendo esto en cuenta, el interés económico de nuestras necesidades sociales es más que obvio. Mientras que grandes redes sociales como Facebook o Twitter, han tenido problemas para rentabilizar las interacciones sociales que facilitan, las webs de citas online, como por ejemplo Flirt, han encontrado un rentable nicho de mercado.  A continuación vamos a hacer un pequeño repaso a algunos datos curiosos sobre el comportamiento económico de las citas online.

Llama la atención que por distinto que pueda parecer conocer a alguien online respecto de hacerlo en un entorno físico, los estereotipos siguen imponiéndose. Así, según una investigación presentada en la 49ª edición de la Conferencia Internacional de Hawái sobre Ciencia de Sistemas (HICSS), los hombres siguen dando más importancia al aspecto físico de las mujeres, mientras que las mujeres se fijan más en factores socioeconómicos, entre los que destacan el salario y la educación.

Datos que se corroboran con la investigación de David Ong publicada en la revista Applied Economics con el título Education and income attraction: an online dating field experiment. En ella, se crearon cientos de perfiles falsos de hombres y mujeres en un portal de citas chino para comprobar cuáles generaban más visitas. De nuevo, mientras que los hombres no mostraron correlación con el nivel educativo o salarial de sus búsquedas, las mujeres sí que se interesaron más por los perfiles de ingresos y educación más alto. Sin embargo, llamó la atención que la búsqueda de hombres con perfiles de ingresos y formación altos, no se incrementaba entre as mujeres que tenían esas mismas características, es decir las mujeres con ingresos y educación bajos seguían buscando hombres con ingresos y educación altos. Esto hace pensar que, al menos a priori, ni hombres ni mujeres buscan perfiles parecidos a los suyos en lo que se refiere a estos parámetros. En otras palabras, no damos importancia a que nuestra pareja forme parte de nuestra misma clase social.

Si se buscan relaciones largas, tiene mucho más sentido dar importancia al nivel de ingresos de tu pareja. Lo cierto es que para vivir hace falta dinero y cuando no se tiene lo suficiente es muy probable que también surjan problemas de pareja. Como ven, aquí hay interpretaciones para todos los gustos. Desde que las mujeres pueden ser más interesadas, hasta que los hombres son más irresponsables, pasando porque a ellos no les interesa tanto el futuro de la relación como a ellas. No se trata de una guerra de sexos y caer en ella sería un error. Lo cierto es que en la gran mayoría de países del mundo, los hombres siguen teniendo un salario más alto, lo que perpetúa el estereotipo de dependencia económica de la mujer, potenciado por el maltrato que se le ha dado históricamente a la maternidad desde el punto de vista laboral.

El hecho de tener tantos perfiles disponibles en las plataformas de citas online, hace que llevemos a cabo una investigación similar a la que hacemos cuando compramos un producto. Tratamos de hacer comparaciones objetivas, basadas en la información disponible en el perfil.

Pero, si queremos ir un poco más allá, debemos tener en cuenta que atender al nivel de educación y el salario como factores principales de la situación socioeconómica de alguien puede ser muy engañoso. Ser propietario de una casa puede cambiar mucho el valor económico de una persona con bajos ingresos. La capacidad de ahorro del individuo, puede ser incluso más influyente, ya que un gran salario que se gasta por entero, no ofrece buenas perspectivas a largo plazo.

Seguramente algún lector se esté echando las manos a la cabeza por esta economización de las relaciones. Y ese es precisamente el último apunte que queríamos hacer. Según la investigación Dating in a Digital World publicada en el número 25 de Scientific America la propia estructura de los sitios de citas online nos hace basar nuestras decisiones en factores que no están relacionados con las perspectivas de éxito de una relación. Las webs nos facilitan el acceso a muchísima gente, pero ¿sabemos buscar lo que realmente queremos?