Carmen Villamide, una mujer de 77 años, no puede cobrar una pensión por jubilación a pesar de haber trabajado durante 30 años como portera en una comunidad porque los vecinos no pagaron las cuotas de cotización a la Seguridad Social.

La comunidad de gente bien
Su hija lo ha denunciado en Change.org: "Después de 30 años continuados trabajando como portera, honrada, formal, dedicada, dispuesta, cumplidora y cariñosa, en el que se ha ganado el respeto y la admiración de todos los que la conocemos, ha llegado el momento de su jubilación, y resulta que no puede jubilarse. La comunidad de Ferraz 61, esa que durante años le ha regalado sonrisas y aparente aprecio, nunca había dado de alta en la seguridad social a mi madre".

"En Ferraz 61 vive gente importante, influyente y poderosa", continúa Cristina en Change.org. Se trata de una buena finca, situada en las cercanías del Palacio Real, cercana a la sede central del PSOE, en la que casi todos los vecinos tienen personal de servicio. En el edificio viven el jefe de calidad de una empresa que cotiza en Bolsa, un catedrático de la Universidad Complutense o el hijo de un exvicepresidente del Tribunal Constitucional, según El Mundo.

Vivía en un piso de menos de 40 metros
Carmen, que vivía en un piso de menos de 40 metros que la comunidad tenía habilitado para el conserje, llevaba desde 1986 como portera, después de que su marido, que ocupaba el puesto, falleció y se quedara sola con dos hijos. En la casa la llamaban “la abuela Carmen” porque era la mujer para todo: ponía la calefacción, limpiaba las zonas comunes, sacaba la basura, cambiaba las bombillas y gestionaba las averías, además de hacer otras cosas que no formaban parte de su trabajo, como subir a la sexta planta a dar compañía a doña Conchita o ir a buscar el ABC para doña Lucía.

"Me dijeron que me la llevara, por el Alzheimer"
Hace tres años, a Carmen le fue diagnosticado Alzheimer, pero siguió trabajando como portera hasta que en 2016 su estado empeoró. "Una vecina me llamó y me dijo que me la tenía que llevar, que iba a haber junta de vecinos y que los nuevos no la querían porque estaba muy mayor", relata su hija.


Un juez desestimó la demanda de la familia
Según denuncia la hija de Carmen, a su madre le niegan la pensión “por no reunir en la fecha del hecho causante los requisitos de periodo mínimo de cotización de 15 años”. El historial de Carmen dice que la comunidad la había contratado en 2012 como empleada del hogar, a media jornada y con un sueldo de 150 euros. Nadie cotizó por ella durante más de 26 años.

La familia presentó una demanda en 2016 y la vista oral para el juicio se fijó para el 28 de noviembre pasado. El  juez la desestimó.