Que hay vida después de la violencia. Este es el mensaje que las asociaciones de mujeres y la Coordinador de Organizaciones Feministas quiere lanzar, no sólo a las mujeres, sino a la sociedad en general.

Desde que el pasado 26 de enero se inaugurase una estatua en la plaza San Juan de los Panetes en Zaragoza, supuestamente, en honor y recuerdo de las víctimas de la violencia de género han sido muchas las críticas recibidas ¿Por qué? Es simple. La obra se titula: ‘Víctima’.

“Queríamos que este memorial recordara a todas las mujeres supervivientes que se han enfrentado a esta situación y que han conseguido salir, queríamos que fuera inspirador para otras, que a pesar de las dificultades y el miedo le han plantado cara y han alzado su voz. Queríamos que sirviera para reconocer la capacidad, la lucha y la valentía de todas las mujeres que se han levantado y que se siguen levantando cueste lo que cueste”, ha lamentado la Coordinadora. Pero la realidad y la imagen que se lanza es otra.

La figura muestra a una mujer arrodillada mientras que baja la cabeza y se tapa la cara con las manos, una mujer “humillada, rendida, débil, sola y hundida, inerte e indefensa” en una posición que recuerda a los momentos de sufrimiento por los que puede pasar tras ser agredida. Pero esta no es una realidad permanente, es sólo un momento.Esta es la idea que defienden desde la Federación Stop Violencia Sexual, que “hay que dejar de ver a la mujer como una víctima de forma permanente porque una vez se sale de ello se es una superviviente”.

La existencia de la estatua, “es perfecta por el hecho de que se quiera honrar a las víctimas de violencia de género, pero el problema es que se ve, a todas luces, que es una víctima”, ha explicado a ELPLURAL.COM la presidenta de esta federación, Beatriz Bonete. “La clave está en cómo se homenajea y cómo se muestra a la mujer”. “Creo que estamos en el momento de dejar de ver a la mujer siempre como una víctima”.

La importancia de las imágenes

Y es que “no hacía falta mostrar a una mujer humillada” pues, según cuentas los psicólogos y expertos el uso de un lenguaje, de la simbología y de las imágenes es fundamental en la lucha contra la violencia de género.

“Tener una estatua, un elemento pasivo e inmóvil, nos recuerda constantemente lo vivido, el sufrimiento, pero no habla del proceso: de lo que hubo antes del maltrato y de lo que se puede vivir después”. “Una mujer es muchas cosas antes y después de un maltrato”, ha recordado Bonete.

Porque “ya sea en temas de violencia de género o de agresiones sexuales, quedar en el estatus de víctima no es sano ni justo”, encasilla a las mujeres y les supone una traba más para avanzar en su camino hacia una nueva vida. “Hay un proceso de reconstrucción muy importante y valiente que hay que reconocer” porque como mujer maltratada “esto es sólo una parte de ti, un momento determinado. Ya es hora de empezar a lanzar mensajes positivos que realcen la fuerza del proceso”.

No se retirará

Por el momento, el Ayuntamiento de Zaragoza ha defendido su elección asegurando que no tienen planeado retirar la estatua porque fue escogida tras un proceso de concurso público.

Las asociaciones de mujeres alaban que se haya elegido de esta forma, pero recuerdan que no habría estado de más haber contado con opiniones expertas y feministas.

Este es el comunicado íntegro con el que la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza rechaza la instalación de la estatua: