Lucía Carrero Blanco, nieta del presidente del Gobierno franquista Luis Carrero Blanco, asesinado por ETA en 1974, cree que pedir cárcel para la estudiante de 21 años que hizo chistes en Twitter sobre el atentado que costó la vida a su abuelo, es "un absoluto disparate". Así lo ha dicho en una carta publicada en el diario El País. En su opinión, sólo es un "acto de patente mal gusto y carencia total de sensibilidad" pero no un crimen:

 "Yo no sé de asuntos jurídicos, no sé en base a qué artículos la fiscalía hace semejante petición, y si lo hace será obviamente porque la ley la ampara. Pero, por muy legal que sea, me parece un absoluto disparate. No creo que sea ni proporcionada ni ejemplarizante. Tan solo atemorizadora, y no solo para la acusada, sino para todos los que vivimos en una democracia. Me asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel. Considero un error peligroso tratar de que la ciudadanía sea respetuosa a base de amenazas y sanciones desmedidas".

Niega la capacidad de esta joven para humillarla, sólo consigue apenarla y reivindica que aprendamos a tolerarnos los unos a los otros por respeto y no por miedo.

"Me entristece como ciudadana a secas, pero supongo que algo más por ser hija de un padre al que le mataron al suyo, y que a pesar de la dureza de los hechos ha sido un hombre admirablemente discreto y sensato, al que nadie jamás habrá oído pronunciar al respecto una frase fuera de lugar, y que tuvo que encajar aquello prácticamente sin más apoyo que el del dolor de su madre y sus hermanos y el del cariño, la serenidad y la comprensión de su mujer —los hijos apenas éramos unos niños—. Esto, insisto, me entristece, pero no me preocupa".

Previamente, Lucía Carrero Blanco se había declarado contraria a la violencia, "la ejerza quien la ejerza, me da igual que sea ETA o el GAL, Obama o El Che". Menciona expresamente que le horroriza que se intente legitimar cualquier asesinato, incluido el de Bin Laden -"aplaudido por los jefes de Estado de medio mundo", subraya-. 

Cassandra, la estudiante investigada, felicitó a sus seguidores por el 20D con imágenes del atentado. La Fiscalía le pide cuentas, además, por tuits escritos entre el 29 de noviembre de 2013 y el 16 de enero de 2016 con menajes como “ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial” o "Kissinger le regaló a Carrero Blanco un trozo de la luna, ETA le pagó el viaje a ella". 

Lucía Carrero Blanco responde de forma similar a Irene Villa, que dijo que no le habían molestado los tuits del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata.