Aun nos queda mucho camino por recorrer para eliminar la violencia contra las mujeres. No solo lo demuestran los alarmantes índices de violencia machista, sino la propia opinión de nuestros compañeros europeos. Según desveló ayer el eurobarometro publicado por la Comisión Europea, casi uno de cada tres europeos justifica los abusos sexuales contra las mujeres si estas están bebidas o bajo la influencia de las drogas. 

La muestra bajo la que se argumenta esta investigación no es baladí. El sondeo esta basado en casi 28.000 respuestas de los 28 países que forman la Unión Europea. Los resultados implican que un 27% de ciudadanos europeos justifican las agresiones contra las mujeres en determinadas circunstancias. Para ellos, que la mujer vaya vestida de forma provocativa, invite a un hombre a su casa, esté bebida o drogada, no haya mostrado resistencia física ante actividades sexuales, o no haya dicho que no claramente a un encuentro sexual, es motivo suficiente para imponer violentamente sus deseos.

Eso sí, de cara a la galería, el 96% de los encuestados condena la violencia machista. Aunque, sorprendentemente, un 15% de ellos (la mayoría procedentes de países del Este) alega que esta actitud violenta y discriminatoria debe ser resuelta en la intimidad y no ante la opinión pública. Paradójicamente, a pesar del alto porcentaje que condena la violencia machista, un 22% reconoce haber sufrido agresiones físicas y/o sexuales en casa por parte de su compañero sentimental

Ocurre lo mismo en el ámbito laboral. Un 95% rechaza que se lleven a cabo tocamientos no autorizados a compañeros de trabajo, pero tres de cada cuatro directivas de varias empresas reconocen haber sufrido esta situación en su lugar de trabajo. Evidentemente, algo no cuadra. Como tampoco cuadra que nueve de cada diez hombres afirme que no ha acosado nunca a una mujer en la calle, ya que el 24% de las mujeres denuncia haber vivido esta situación en algún momento de su vida.