La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo revisará el próximo martes si la expulsión del teniente Luis Gonzalo Segura debe ser declarada nula, tal y como ha pedido el recurso de su defensa, o si por el contrario la resolución del ministerio de Defensa echándole del Ejército, en 2015, debe ser confirmada.

Cabe recordar que la expulsión le fue impuesta por vulnerar el régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas al haber publicado varios libros críticos con la institución.

En concreto, en la novela 'Un paso al frente', Segura afirmaba que en el Ejército funciona todo un sistema de "castas" que mide con doble rasero a militares de tropa y suboficiales frente a los oficiales. Además, el autor denunció privilegios "insultantes, delictivos y poco éticos para algunos oficiales" cuando presentó el libro.

Día clave

De este modo, el Supremo fijó hace días para las 11.00 horas del martes 22 de noviembre la deliberación, votación y fallo del recurso de Segura contra la expulsión.

En su momento, el Ejército de Tierra comunicó a Segura -destinado en el centro de transmisiones del Ejército de Tierra en Pozuelo de Alarcón (Madrid)- su expulsión después de la apertura de varios expedientes gubernativos -que pueden derivar en expulsión-, y de varias sanciones previas, como arrestos y la pérdida de destino. 

El teniente, que llegó a realizar una huelga de hambre de protesta tras ser detenido, cumplió un mes de arresto preventivo en noviembre de 2014, impuesto por el Ejército, por sus declaraciones durante la promoción de la novela, que denuncia irregularidades y corruptelas en el Ejército.

Esa era la segunda vez que el teniente ingresaba en el centro disciplinario de San Pedro (Madrid), donde ya había pasado dos meses de arresto por declaraciones efectuadas durante la promoción.

La Justicia militar archivó en octubre de 2014 las denuncias de corrupción del entonces teniente, tras investigar estas supuestas corrupciones y malas prácticas.

Carta abierta

Precisamente, hace menos de un mes, Luis Gonzalo Segura publicaba una carta abierta dirigida al Abogado del Estado como respuesta a sus alegaciones sobre su solicitud de readmisión en el Ejército.

En la misiva, que dirigía al abogado del Estado, subrayaba su compromiso con el Ejército, al tiempo que tachaba de "bufonada" su actitud hacia él. Entre otras cosas lamentaba que él ha sido expulsado mientras otros "rufianes" siguen. "¿No le llama la atención que tal cantidad de “matones” y “mafiosos” puedan continuar en las Fuerzas Armadas y quién siente “animadversión” por su presencia haya sido expulsado?", llegaba a preguntarse, para concluir: "Por lo que se ve ello le importa un carajo, aunque no tanto que quien lo denuncia públicamente pueda volver a su puesto de trabajo".

Entre otras cosas cuestionaba al letrado "¿Sabe que en las Fuerzas Armadas sirve un capitán condenado por 28 agresiones sexuales?".