Su lucha empezó cuando contaba apenas dos años y medio. Hoy asegura ver luz al final del túnel, pero no espera llegar a ver la salida en el curso de su vida. En el Día Internacional de la Niña, Yasmeen Hassan, directora ejecutiva global de Equality Now, nos habla de la situación real de las niñas en el mundo. Spoiler Alert: la cosa pinta mal y no solo en los países del tercer mundo.

Viste de negro. Sus únicos adornos son un anillo a juego con un colgante y una pulsera perfectamente lisa y redonda. A primera vista, no parece una mujer capaz de romper muchos de mis esquemas, pero lo hará. Para empezar, cuando le alargo la mano para saludarla [lo normal en el mundo anglosajón] la ignora y me abraza.

“El feminismo no consiste en que las mujeres adopten determinados comportamientos de los hombres para triunfar”

Mientras se preparan las cámaras, charlamos. Le pregunto cómo ha llegado hasta aquí. “En avión desde Lisboa”, bromea entre risas. “Creo que todo empezó cuando tenía dos años y medio. Mi madre se quedó embarazada y yo quería que fuese una niña. Mi abuela me recriminó: no digas eso, tiene que ser un niño. Yo no entendía por qué”. Hassan nació en Pakistán y cuando empezó a vivir los excesos de la república islámica en que se había convertido, se despertó su espíritu feminista. “El feminismo no consiste en que las mujeres adopten determinados comportamientos de los hombres para triunfar en el mundo, sino en que puedan tener las mismas oportunidades sin renunciar a su naturaleza”.

Hassan posee esa capacidad innata de los grandes líderes para colocar una sonrisa en mitad de un discurso duro y plagado de datos y de las experiencias vividas durante décadas en la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas. “Los problemas no se limitan solo a los casos más llamativos, como la mutilación genital femenina. Se trata de que una niña debe vivir una vida de niña, ir a la escuela, jugar. Por ejemplo, en algunos países está permitido por ley el matrimonio con menores. Es decir, una niña puede ser obligada a casarse con cuatro años y es legal”. Ella le pone nombre y apellidos a cada una de esas historias.

Palabras y hechos

Sus palabras se reflejan en hechos. Equality Now ha conseguido ya que se modifiquen más de medio centenar de leyes sexistas. Pero lo importante no es eso, sino las historias de personas reales que se esconden tras cada uno de esos logros.

“En Estados Unidos, más de medio millón de mujeres y niñas están en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital femenina”

Le comento que la mayoría de las personas piensan que esas situaciones se producen solo en los países del tercer mundo. “En Estados Unidos, más de medio millón de mujeres y niñas están en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital femenina”, afirma. No solo eso, prácticas como el turismo sexual o el tráfico de personas, tienen también su origen en las naciones con mayor nivel económico. Según datos de Equality Now, cada año más de dos millones de menores son víctimas del comercio sexual. Y un 98% de ellos son niñas. Gracias a la iniciativa de esta ONG, Hawaii se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en promulgar una ley que establece de forma explícita que el turismo sexual es un crimen.

“Cada año más de dos millones de menores son víctimas del comercio sexual. Y un 98% de ellos son niñas”

Antes de sentarnos frente a la cámara, le hago una última pregunta. ¿Ves algún horizonte temporal para el logro de la igualdad? Sonríe, con una mezcla de ilusión y tristeza en la mirada. “Estoy segura de que llegará, pero no creo que sea en el curso de mi vida. Las empresas buscan crecer cada vez más. Yo, sin embargo, quiero cerrar cuanto antes, porque eso significaría que hemos cumplido con nuestro objetivo”.

Más allá de la legislación

Mientras camino hacia el hotel en el que nos ha citado, pienso en dónde reside la clave para acabar con la desigualdad de género en el mundo. ¿Se trata de una cuestión de legislación?

Hassan me habla del modelo nórdico, denominado así a raíz de su aprobación en Suecia en 1999 y seguido por Noruega e Islandia. Se trata de un grupo de leyes y políticas que penalizan la demanda de comercio sexual, pero discriminalizan a las personas que ejercen la prostitución y les proporcionan servicios de apoyo, en especial para quienes quieren abandonar esa práctica. “Tiene dos objetivos principales: reducir la demanda de comercio sexual que impulsa el tráfico de personas; y promover la igualdad entre hombres y mujeres”.

“Hay que actuar. Hay que colaborar con organizaciones que promuevan la igualdad”

Pero, “aunque esa parte es fundamental, hay que ir más allá”, afirma. Por eso, el modelo de actuación de Equality Now se basa en cuatro puntos: “Impulsar la aprobación de una legislación que apoye la igualdad; influir en los legisladores para incrementar las leyes en favor de la igualdad tanto a nivel nacional como supranacional; trabajar en colaboración con activistas locales que conocen mejor la realidad y las soluciones idóneas para cada comunidad; e inspirar a la opinión pública y los medios para que actúen en contra de los abusos contra los derechos humanos”.

No obstante,  insiste en que también cada uno de nosotros tenemos que poner nuestro granito de arena. Y eso, según ella, no significa tuitear. “Las redes sociales son muy útiles para informar y dar a conocer situaciones. Pero eso no es suficiente. No consiste solo en hablar. Hay que actuar. Hay que colaborar con organizaciones que promuevan la igualdad”.