"Vino de follarse a la bella durmiente", "Perdimos el salto de hacer algo histórico tío" o “Es otro caso Marta del Castillo, jajaja.”, fueron algunas de las frases recogidas a cuatro miembros de "La Manada" cuando se jactaban en su chat narrando la última fechoría sexual cometida dos meses antes de la supuesta violacion a una chica de 21 años en los sanfermines. Apenas 60 días antes, a 690 kilómetros, 4 de los 5 acusados y enjuiciados ahora por la presunta violación de Pamplona, presuntamente abusaron sexualmente de otra joven, esta vez de una cordobesa de Pozoblanco de tan solo 21 años de edad.

Vídeos y watsapps
Lo curioso es que este caso no hubiera salido a la luz y se hubiera quedado posible y lamentablemente en la más absoluta impunidad, si no hubieran ocurrido los hechos de Pamplona. La investigación de lo acontecido durante los sanfermines hizo que se tirara del hilo y se descubriesen las conversaciones de WhatsApp tras la "fiesta" de Torrecampo, a escasos kilómetros de Pozoblanco. También se hallaron reveladores vídeos grabados con el móvil.

Tras descubrir estas informaciones, fue la Policía Foral de Navarra junto a la Guardia Civil quienes, tras solicitar permiso al juez, se desplazaron a la capital del Valle de los Pedroches. Toda la información recabada más las declaraciones de la joven pozoalbense complican mucho más el juicio a los componentes de "La Manada". La defensa de estos ha pedido que no se tengan en cuenta alegando que la Policía Foral se extralimitó al operar en otra comunidad distinta a la navarra. En todo caso, será un nuevo juicio por este caso al que tendrán que enfrentarse.

"Follarse a la bella durmiente"

Hay quien ha descrito a los componentes de este grupo como violentos, obsesionados por los gimnasios y el culto al cuerpo, el sexo, las fiestas y el alcohol. Con este perfil se explica como ese 30 de abril se desplazaron a la feria de Torrecampo por iniciativa del entonces guardia civil en Pozoblanco, Antonio Manuel G. E., ahora en la cárcel por la supuesta violación de Pamplona. “Venid a la feria de Torrecampo. Aquí hay fiesta seguro”, les decía al grupo de Whatsapps. Tres de sus amigos enjuiciados por lo acontecido en Pamplona, acuden desde Sevilla. Ven a la joven de 21 años, entablan conversación, se divierten y luego le ofrecen llevarla de vuelta a su casa, a Pozoblanco. Tras ello, la chica solo recuerda que apareció desnuda en el coche, con la ropa destrozada, que la obligaban a hacer una felación y que al negarse, la golpearon, la llamaron "puta" y la arrojaron del coche a un descampado a las afueras de Pozoblanco. En los wahtsapps interceptados a "La Manada" hablan de burundanga,  de "follarse a la bella durmiente", cloroformo o se preguntan si “¿Está muerta o qué?”. Concluyen presumiendo sádicamente de que este otro caso Marta del Castillo”.

El juez de Pamplona mantiene en su auto que “resulta indiciariamente acreditado” que A. J. C. E. ofreció a la joven acompañarla a su casa en un turismo, donde al poco de entrar y tras sentarse en el asiento del copiloto cayó “en un estado de profunda inconsciencia”.  A partir de ahí el juez describe como los tres acompañantes del guardia civil supuestamente abusaron de la chica y la arrojaron a un descampado a las afueras de Pozoblanco.  

Un futuro muy negro para "La Manada"
Esta anterior "acción" a la sucedida en Pamplona ha sido menos conocida y difundida por un lado porque se conoció con posterioridad a aquella. Por otro porque el mediático caso de la violación de los sanfermines la ha tapado. De demostrarse estos hechos, y de ser condenados, sufrirían la pena inherente a la comisión de cuatro delitos de abuso sexual. Todo ello sin contar con la condena que supuestamente puedan sufrir por la siguiente "hazaña" pamplonica. Así las cosas, un futuro más que negro parece esperar a los miembros integrantes de una vergonzosa, infame y degenerada pandilla llamada "La Manada".