Este jueves el Congreso aprobará una declaración condenando la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El documento recibirá el visto bueno en la Comisión de Asuntos Exteriores, puesto que se planteó como una declaración institucional de la Cámara, pero la CUP rompió la unanimidad requerida y lo vetó. Sobre este y otros muchos asuntos como las discrepancias internas del Gobierno de coalición, el estado del conflicto soberanista en Cataluña o las leyes de Vivienda y Mordaza, hablamos con Mireia Vehí, portavoz parlamentaria de la CUP.

Pregunta: Como comprenderás, la actualidad manda y lo primero que tengo que preguntarte está relacionado con la guerra en Ucrania. Vuestro grupo parlamentario ha sido el único que no ha firmado una proposición no de ley (PNL) condenando la invasión de Rusia. Quería que explicaras un poco vuestra posición y por qué no firmasteis ese documento.

Respuesta: Nosotras decidimos no firmar porque entendimos que no reflejaba toda la complejidad de lo que es el conflicto. Tú sabes que las declaraciones institucionales son meramente declarativas, pero que se tienen que poner de acuerdo todos los grupos, si no no salen. Y por lo tanto, nosotros pensamos que era un tema tan delicado y tan trascendente que o bien reflejaba al detalle toda la complejidad del tema, o bien preferíamos no firmarla.

El tema está en que nosotros hemos sido claros. ¿Qué opinamos del conflicto de Ucrania? En primer lugar, que es un conflicto muy complejo y que lo primero que diríamos es que rechazamos obviamente la invasión de Rusia a Ucrania, que Ucrania es un país soberano, pero que también hay toda una complejidad vinculada ya hace una década de la Unión Europea y de la OTAN, sobre todo a partir de lo que fue la revuelta del Maidán en 2014, que no se está explicando y que nos está recogiendo. Además, nosotros planteamos una vía pacifista, diplomática, que no se adhiere a esta lógica belicista que se está incrementando de enviar armas y de contribuir más a alimentar el conflicto en lógica de bloques que a desescalarlo y a plantear una vía diplomática y de paz.

P: Por lo que deslizas, estáis en contra, además lo habéis dicho en numerosas ocasiones, del envío de armamento a Ucrania. Una postura que en estos últimos días también ha defendido Podemos. ¿Cuál es esa vía diplomática por la que apostáis?

R: Nosotros estamos en contra del envío de armas porque pensamos que no resuelve una situación ni para el pueblo de Ucrania, que es obvio que es mucho menos fuerte que Rusia porque además Ucrania produce muchísimo armamento históricamente y que por lo tanto no es un tema de que falte armamento. Además, porque enviar armas a un sitio con un conflicto armado sube la violencia y suben las consecuencias hacia la población civil y en este caso no va a resolver el conflicto. ¿Cuál es la vía diplomática de la cual tanto hablamos? Pues una vía que se deje de alimentar la política de bloques de la Guerra Fría. No estamos en la Guerra Fría, no deberíamos de estar en un escenario en el que los países europeos compitieran por lógica de armamento y de enviar armamento. Deberíamos estar en un plano en el que camináramos hacia un marco internacional de diplomacia y de paz.

"Estamos en contra del envío de armas. La vía diplomática pasa por que se deje de alimentar la política de bloques de la Guerra Fría"

Es obvio que no estamos aquí. Tampoco somos ingenuas. Creo que hoy Collboni del PSC decía ‘bueno, y qué queréis, ¿enviar chupachups a Ucrania?’ A ver, aquí nadie es ingenuo. Lo que pasa es que nosotros somos firmes defensores de la paz y firmes defensores de que los conflictos se tienen que resolver por la vía diplomática.

Y esto no quiere decir que no haya agresión o no quiere decir que no se tenga que abordar de una forma dura y firme en lo que está pasando; pero lo que tampoco pensamos que es positivo hacer es incrementar el conflicto. Porque al final quien sufre las consecuencias es la población ucraniana. Y lo estamos viendo con los miles y miles y miles de personas refugiadas y la población europea trabajadora y del Mediterráneo. Los precios de los hidrocarburos no paran de subir, el precio del gas no para de subir, así como el precio de los cereales y de la soja. Y esto no solo va a revertir en un empobrecimiento de las clases trabajadoras europeas, si lo quieres ver así, sino también, por ejemplo, en el norte del Magreb. La gente vive del cereal y vive con necesidad de comprar este producto. Esto va a hacer un efecto rebote, va a generar muchísima inflación, inflación inmediata y lo que se llama la inflación de segunda ronda. Por lo tanto pensamos que no, que no es una buena vía de resolver el conflicto.

P: Precisamente estos días se han marcado máximos históricos en el precio de la luz con 545 MWh. Quiero preguntarte si alguien del Gobierno del Partido Socialista se ha puesto en contacto con vosotros para explicaros un poco el discurrir o las conversaciones que hay a nivel europeo en este asunto, o simplemente manteneros informados de todo cuanto acontece en Ucrania.

R: No. A ver, las cosas van muy rápido y yo entiendo que el Gobierno, Pedro Sánchez, tiene mucho trabajo ahora mismo. Pero sigue la tónica que ha pasado en otros momentos. En el estado de alarma pasó lo mismo y en el principio del Covid también, que es que hay muy poca comunicación y hay muy poca transparencia hacia los grupos parlamentarios.

El tema es que en el caso concreto del aumento de precios de la luz y del gas, por ejemplo, el Gobierno español hace días que trabaja en una bajada de impuestos tanto para las grandes empresas como para la población, pero no hay ninguna medida que diga ‘miren, en 2021 las empresas del Ibex ganaron muchísimos millones de euros’. Muchísimos. Esta tarde antes de venir revisaba los beneficios de las empresas del Ibex en 2021. Beneficios históricos. No hay ninguna medida que diga bueno, esta gente que ha ganado tanto dinero va a tener que compensar a la mayoría trabajadora española y europea si tú quieres, que está empobreciendo cada vez más porque el IPC no para de subir. Eso quiere decir que sube la inflación y por lo tanto que suben los precios y no hay ninguna medida que vaya a repartir beneficios. ¿Nos ha llamado Pedro Sánchez? No. Nos preocupa menos que no nos llamen que no lleve a cabo medidas que realmente apuesten por la redistribución, porque parece que vamos a un escenario de cada vez más competencia de recursos, más violencia, y más clima extremo. Parece que sea como las series y éstas que hay en Netflix, un horizonte apocalíptico que requiere repartir la riqueza y mano firme en la repartición de los recursos.

P: Una de las medidas que se barajan es esta suerte que han llamado Pacto de Rentas. No sé a qué le suena a eso, en qué piensa o qué se va a terminar concretando. ¿Cree que esto puede ser una salida, por lo menos a priori, o se necesita un paquete más ambicioso?

R: La idea que hay detrás del Pacto de Rentas es una idea que suena bien, que es redistribuir recursos. Lo que pasa que es una trampa, porque como decíamos, las empresas del Ibex 35 han ganado muchísimo dinero y los trabajadores y las trabajadoras no han parado de perder poder adquisitivo. Por lo tanto, este pacto entre rentas que plantea Pedro Sánchez no debería afectar a la subida de los salarios. Más bien debería afectar al reparto, la repartición de la riqueza, de los beneficios de las empresas. Porque si no, todo lo que no sea esto, va a ser una estafa. Va a ser continuar con la usurpación de recursos públicos por parte de las compañías privadas.

Ya pasó esto con la pandemia y nosotros planteamos en el primer estado de alarma que era un desastre sanitario y humano, pero que era la oportunidad para que se hicieran políticas redistributivas. Y esto no pasó. Y está pasando lo mismo ahora. Además, Pedro Sánchez juega con una determinada terminología que recuerda al Green New Deal y al Plan Marshall y a todo un imaginario de reconstrucción de posguerra. Lo que pasa que en este imaginario de reconstrucción de posguerra los sindicatos tenían un poder enorme y la clase obrera tenía un poder enorme, cosa que no está pasando ahora. Por lo tanto, detrás de esta terminología de retejer y de curar y de cuidar, hay algo que no se corresponde porque o se reparte la riqueza o no hay forma de que se pueda hablar, ni de Green New Deal, ni de nueva nuevo Plan Marshall.

P: Es evidente que, fuera como fuere, se ha abierto un cisma en el Gobierno de coalición. Y no ya entre socios de Gobierno, entre Podemos y Partido Socialista, sino incluso entre Podemos y la que previsiblemente sería su candidata Yolanda Díaz. Quiero preguntarle si esto le genera cierta no incomodidad, pero sí cierta preocupación dado que se presupone que el Gobierno debiera estar unido para afrontar las leyes que vienen en este periodo de sesiones. Ahora entraremos en detalle, pero aún falta Ley de Vivienda. Ley del ‘solo sí es sí’, la Ley Mordaza… Son muchas cuestiones. Fondos europeos, también, que requieren de un Gobierno progresista y unido. ¿Esto le preocupa a usted?

R: Nosotros hemos hecho muchas veces el análisis que el Gobierno del PSOE y de Podemos no estaba resolviendo los principales conflictos que entendemos que tiene nuestro país, que es la cuestión de la autodeterminación y además que es la cuestión, como decíamos ahora, de repartición de la riqueza de transición ecológica y demás. Lo que pasa es que lo que nos preocupa más allá de batallas internas, es que no están a la altura en un contexto de crisis como el que hay. Y cuando hablamos de estar a la altura, hablamos otra vez de repartir la riqueza y de poner herramientas democráticas para resolver los conflictos. Todo lo que no suene a eso, en un marco de conflicto bélico y en un marco de crisis económica sin precedentes -ahora venía y la luz ha subido ya a más de 500 euros-, todo lo que no sea resolver esta crisis con medidas que estén a la altura de las consecuencias que pueda tener la clase trabajadora, nos parece que son más cálculos electorales y cuentos de la vieja que políticas públicas que estén a la altura de la ciudadanía.

P: Ahora entraremos en detalle en las leyes antecitadas, pero ha tocado el asunto de la autodeterminación. Cuando comenzó esta legislatura todavía no habíamos afrontado la pandemia, todavía no hablábamos de fondos europeos… Y una de las medidas clave y que de hecho fue clave a la hora de ser investido presidente, fue la mesa de diálogo. ¿Qué valoración hace? Porque de momento los trabajos es evidente que están parados, pero Aragonés dice que a ver si se retoma cuanto antes. ¿Es una herramienta útil?

R: El día de la investidura le dijimos a Pedro Sánchez y a Esquerra Republicana que para nosotras la vía no es investir a Pedro Sánchez, la vía es hacer otro referéndum. Sin embargo, si nos equivocamos, tendremos la humildad de reconocerlo y de acompañarles a ustedes a esa mesa de resolución del conflicto. Más de dos años después no solo nos hemos cargado de razones, sino que además, lamentablemente el PSOE está haciendo lo que ha hecho siempre, que es ser parte del problema y no de la solución en las cuestiones de autodeterminación en relación a Cataluña.

La mesa de diálogo no existe, ni como mesa, porque no se reúnen, ni como planteamiento político que abra vías de resolución del conflicto. Nosotras lo dijimos hace un par de años y lo volvemos a decir ahora: la única vía es un referéndum. Y si el Gobierno español no permite un referéndum en Cataluña, la población catalana va a tener que generar bastante tensión al Estado español como para que este permita votar. ¿Cómo se hace esto? Seguramente interpelando a la comunidad internacional, porque está claro que el PSOE no está dispuesto a esto. Pero lo que creo que no se está acabando de entender desde Madrid y no se ha entendido históricamente, es que lo de Cataluña no es un capricho. Si ofrecieran, por ejemplo, un nuevo estatuto, que a veces suena a eso desde el PSOE, lo que no se acaba de entender desde Madrid es que el pueblo catalán ya se ha ido a un sitio que cualquier propuesta que venga de Madrid será insuficiente. Y es verdad que muchas veces desde Cataluña no se entiende que cualquier propuesta que venga de España será tumbada por el Estado profundo. Estamos en una especie de ajedrez, de tablas, pero que a mí me parece que la izquierda española y el PSOE no está leyendo con bastante profundidad. El hilo está roto y por muchas mesas de diálogo, intentos de pequeñas cosas que den al pueblo de Cataluña, esto no va a ir a buen puerto. No hay marcha atrás. Y esto es un problema para los catalanes, pero también para las izquierdas españolas.

"La mesa de diálogo no existe, ni como mesa, porque no se reúnen, ni cómo planteamiento político que abra vías de resolución del conflicto"

P: Pero la mesa de diálogo es una herramienta dispuesta no solo por el PSOE, también por ERC, que es ahora mismo el partido mayoritario en Cataluña. ¿No le da la sensación de que el conflicto soberanista se ha apaciguado o bien se ha enquistado? Antes ocupaba grandes titulares y ahora, cuando ocupa titulares, es precisamente para ahondar o abundar en la fractura del independentismo, que antes sí que estaba mucho más unido, o al menos lo parecía.

R: A mí me parece que no es una cuestión de cuántos titulares se llenan. Es una cuestión, como le decía antes, de que en Cataluña el independentismo es hegemónico y mayoritario, y esto no es una cuestión de titulares o no. Es una cuestión real, una realidad objetiva que va al alza. Otra cosa es que la estrategia utilizada por el independentismo y por el pueblo catalán hasta ahora, que fue el 1 de octubre, haya comportado mucha represión y mucha resaca política. Porque delante tienes un Estado que lo único que hace es responder con violencia o responder con represión. Esto es una realidad objetiva, pero esto no implica que el independentismo se haya diluido o haya pasado de moda o no, o que ya no sea una cuestión central. En Cataluña el independentismo existe, gobierna, tiene más del 50% de los votos e incluso en una situación de resaca política y de evidente conflicto entre los tres partidos independentistas, el independentismo gobierna y tiene más del 50% de los votos. Por lo tanto, creo que el análisis de decir ‘ya no llena titulares’ no solo es un análisis erróneo -no lo decía que lo dijeras tú, pero esto lo dice mucha gente del PSOE- sino que además es como una especie de jarabe que te soluciona la tos por la noche y por la mañana vuelves a tener el resfriado. Es una forma de decir bueno, ya se les ha pasado lo del referéndum y no es cierto. Y es un problema democrático, porque además creo que es de recibo decir que los gobiernos progresistas en España se sostienen por Cataluña, por Galicia, por Euskal Herria y por el País Valencià.  No atender a las reivindicaciones nacionales de estas zonas no hacen ningún favor a las izquierdas ni progresismos españoles. Al contrario, si se alejan de este latir nacional cada vez más evidente se están auto boicoteando porque este Gobierno [señala a la pantalla, donde se ve una imagen del Congreso] existe porque los catalanes, los gallegos, los vascos votaron como votaron. Y la investidura se explica por esto. Que nadie se engañe. No ha pasado la fiebre del independentismo, pero no solo eso, sino que el independentismo no es como una cosa que sube y baja. Es una cosa que explica y define la sociedad catalana desde hace mucho, mucho, mucho, mucho tiempo.

P: Mencionaba el tema de la represión. En los últimos días hemos visto cómo algunos líderes independentistas, de manera más o menos afortunada o desafortunada, han comparado o equiparado de alguna manera el conflicto en Ucrania, la situación vivida allí, con la o con lo ocurrido hace unos años en Cataluña. ¿Qué opina al respecto? ¿Es equiparable?

R: Yo creo que no tiene ningún sentido comparar la situación. Lo que sí ha sido curioso es que fíjate que Putin empieza el conflicto diciendo: Lenin se equivocó. La autodeterminación no tiene que ser un derecho de los pueblos y esto es algo que al Gobierno español le he escuchado decir muchas veces. Por lo tanto, igual que yo creo que la persona del independentismo que dijo eso se equivocó o no está haciendo un análisis riguroso, sí que me parece importante hacer esta comparativa de decir ‘bueno, lo primero que dice ese señor antes de invadir un país es que la autodeterminación no era un derecho’. Creo que tiene que dar que pensar a más de uno y de una.

P: Volviendo al Congreso de los Diputados, este jueves se van a debatir las enmiendas a la totalidad de la Ley de Vivienda. Quiero preguntarle al respecto y también sobre las otras dos leyes importantes que maneja el Gobierno y que tienen que ver la luz en este periodo de sesiones. No sé si nos puedes contar cómo están en estos momentos, porque las fuentes que tenemos nosotros nos dicen que están un poco enquistadas e incluso que “no pintan bien”, porque de momento hay discrepancias. Son Ley de Vivienda, Ley Mordaza y la Ley del ‘solo sí es sí’.

R: Empiezo por la Ley de Vivienda. Para nosotras tiene dos problemas fundamentales. El primero es que invade competencias y esto es una competencia que es autonómica y que en Cataluña además es una comunidad donde se legisla activamente sobre el tema y se legisló sobre la regulación de alquileres. El Gobierno español llevó la ley al Tribunal Constitucional, o sea, imagínate. Y luego hacen una ley que va de competencias. Y el segundo problema es precisamente que no regula los alquileres. Esto es una cosa que en Cataluña se hizo y que en otros sitios de nuestro país, como el País Valencià, se lleva hablando un tiempo de llevar a cabo esta medida. Con estos dos problemas principales, nosotros no compartimos la Ley de Vivienda y no es una cosa que diga la CUP, sino que el Movimiento por la Vivienda, protagonista en todo el Estado español de las movilizaciones, junto con el movimiento feminista de los últimos años, plantea que esta ley es una ley hecha para no molestar a los propietarios. La CUP es muy probable que no apoye esta ley y que apoye algunas de las iniciativas de enmiendas a la totalidad que haya desde la izquierda. En este sentido, de no invasión de competencias y de regular los alquileres y de regular el principal conflicto que tiene la ciudadanía ahora mismo, que es el acceso a la vivienda.

P: Propuestas como la de Esquerra, por ejemplo.

R: Valoraremos qué haremos con esto, qué hacer con esta enmienda a la totalidad, pero sí, en esta misma línea. Sobre la Ley Mordaza. Tenemos constancia que hay negociaciones, que se está avanzando, que se está avanzando más de lo que nos imaginábamos en un primer momento; pero nosotros con la Ley Mordaza tenemos un planteamiento que es distinto al que se está trabajando en la ponencia de ley. Es un planteamiento directamente de derogación de la Ley Mordaza, un planteamiento que parecía que el Gobierno de coalición en su carta fundacional también lo compartía y que ahora ha pasado a decir ‘no, no, vamos a reformarla’.

P: Un poco como con la reforma laboral.

R: Un poco bastante como la reforma laboral. Por lo tanto, nosotras no compartimos el sentido de la ponencia a pesar que reconocemos que parece que se están haciendo más avances de lo que parecía al inicio. No sé qué vamos a hacer al final, pero este no es nuestro marco y nosotros pensamos que hay mayoría suficiente desde la izquierda y desde el PSOE para derogar esta ley y hacer otra ley que no esté basada en que las manifestaciones en el espacio público sean un problema y que el espacio público tenga que ser un sitio neutro, sino que esté basado en los derechos y las libertades.

Y con la Ley de ‘sí es sí’, tampoco compartimos el marco por dos razones principales. Una es la tercería locativa. La tercería locativa, para quien nos esté escuchando y no lo sepa, es que las trabajadoras sexuales puedan alquilar espacios donde trabajar. Esta ley persigue la tercería locativa con el argumento que va en contra al proxenetismo, pero nosotras analizamos que contra quien va es contra las trabajadoras sexuales, porque el marco del trabajo sexual es lo bastante precario ya como para que las mujeres no puedan trabajar en espacios seguros que normalmente son estos pisos que se alquilan. El segundo ítem que nosotras tampoco compartimos es el paso del ‘no es no’ al ‘sí es sí’. No compartimos esto porque nos parece que desresponsabiliza a los hombres. No habla de la masculinidad en ningún momento. Responsabiliza a las mujeres con una lógica de judicializar todas las agresiones en vez de ponerlo encima de la responsabilidad de los hombres y además plantea un marco que entiende el deseo y las relaciones sexuales, siempre a la luz de ser relaciones de violencia. Lo enfoca todo desde aquí. No compartimos esta perspectiva del consentimiento y pensamos que victimiza y responsabiliza a las mujeres. Parece que Podemos no está dispuesta a acabar con el tema de la tercería locativa, porque en el paso del ‘no es no’ al ‘sí es sí’ podríamos ver de qué manera se podría reformular, porque es cierto que hay una situación objetiva de violencia machista y se necesitan elementos para revertirla; pero si no hay cambios en la tercería locativa, nosotras no vamos a apoyar esta ley.

P: Una pregunta muy rápida para terminar. Es un futurible. ¿Crees que el Partido Popular se va a moderar con el cambio de liderazgo, con Feijóo?

R: No tengo ni idea. Pienso que el Partido Popular está en una espiral destructiva y pienso que, además, lo que ha pasado estos días, más allá de valoraciones sobre la derecha española, que me las voy a borrar porque me parece que no nos competen, ha pasado una cosa: que un señor señala a otra señora por corrupción y este señor acaba perdiendo. Los vaticinios no son muy positivos viniendo al partido más corrupto del sur de Europa.