La furgoneta blanca irrumpió en el paseo central de la Rambla desde la confluencia de la calle de Pelai con la plaza de Catalunya. Fue haciendo eses a lo largo de 500 metros con la intención de causar el mayor número de víctimas posible. Tras dejar atrás al menos 13 muertos y más de 50 heridos abandonó el vehículo y huyó a pie.