El culebrón protagonizado por el controvertido exmiembro de Podemos Castilla-La Mancha, Fernando Barredo, suspendido de militancia tras ser acusado por un empresario de haber recibido 6.000 euros para financiar su campaña de primarias en esta comunidad, y que fue brutalmente agredido el pasado 22 de julio cuando se encontraba en su domicilio toledano en compañía de la mujer del empresario denunciante, Manuel Vázquez Jaén, continúa copando parte de la “serpiente de verano” al ser detenidas dos personas relacionadas con su agresión, concretamente un padre y su hijo que, siempre según fuentes consultadas por ELPLURAL.COM, estuvieron retenidos en la comisaria 24 y 48 horas, respectivamente, para posteriormente pasar a disposición judicial y salir en libertad pero con una imputación bajo el brazo (ahora llamado investigado).

Abogado de Manuel Vázquez

Fuentes que aseguran que el detenido, el abogado Guillermo Pérez-Reyes, podría ser el letrado del empresario denunciante y esposo de Heidi Vázquez, quien se encontraba en la casa de Fernando Barredo el día de la agresión y que, incluso, siempre según testimonios del agredido, se encaró con el agresor, llegando, incluso, “a golpearle con una maza de escultor”.

Esta redacción no ha podido contrastar con el abogado Pérez-Reyes si defiende o no los intereses del empresario Manuel Vázquez, que desde su declaración a El País, periódico al que entregó la grabación donde supuestamente se demostraría la recepción de los 6.000 euros por parte de Barredo, guarda silencio y solo conocemos un único testimonio que recoge sus deseos de divorciarse cuanto antes de su esposa y número dos de la corriente Imagina Podemos que lidera Barredo.

“Detención protocolaria”

Los detenidos, que como decimos permanecieron dos días en dependencias policiales para posteriormente ser puestos en libertad por el juez, desmienten en declaraciones a agencias de noticias haber ofrecido resistencia, asegurando que fue “una detención protocolaria”, así como que ellos mismos acudieron voluntariamente a la comisaria y que en ningún momento, como señalan otras fuentes, estuvieron retenidos dos días en el calabozo.

La coartada de los Pérez-Reyes

Aun es más, padre e hijo aseguran haber demostrado ante el juez que nada tuvieron que ver con la agresión a Fernando Barredo, ya que el día de los hechos (22 del mes pasado) el hijo, que trabaja en el sector de la seguridad y es especialista en artes marciales,  aseguró en el juzgado tener testigos que pueden corroborar que se encontraba con unos amigos en el madrileño pantano de San Juan, donde se alojaron en un camping, concretando, según recoge OK Diario, que perdió su teléfono móvil cuando se encontraba en la acampada. Por su parte, el padre y abogado Guillermo Pérez-Reyes, que niega también cualquier relación con la agresión, dice que el GPS de su teléfono móvil puede demostrar que ese día y a esa hora se encontraba en su domicilio particular.

Expulsado por “difamar”

Fernando Barredo, que lamenta su expulsión de Podemos Catilla-La Mancha a raíz de la denuncia del empresario, que él niega categóricamente, critica el  papel jugado por la dirección castellano-manchega de Podemos que lidera José García Molina, próximo vicepresidente segundo del Gobierno presidido por el socialista Emiliano García-Page. Para Barredo la actuación de García Molina ha sido “bochornosa”, asegurando que han querido librarse de él cuando precisamente Podemos y PSOE han llegado a un pacto con el que se muestra en desacuerdo.

Sin embargo, Fernando Barredo elude reconocer que él mismo también aplicó criterios subjetivos en la expulsión del miembro de su corriente Imagina Podemos, concretamente del abogado detenido, Guillermo Pérez-Reyes (para enredar más todavía si cabe el culebrón), porque “fue a El País a volcar difamaciones y calumnias contra mi persona”, ha reconocido Barredo. Pérez-Reyes aseguró al rotativo de Prisa que él fue testigo de la supuesta manipulación de las papeletas para que la esposa del empresario denunciante fuera de número dos en la candidatura de Imagina Podemos encabezada por el propio Barredo. “Las papeletas estaban marcadas y no hubo un sorteo transparente como tal”, aseguró el abogado en declaraciones a El País.