La Fundación Nacional Francisco Franco, una organización que en las últimas semanas ha estado en boga y en ‘auge’ mediático. El porqué se resume en que, desde hace escasos días, trascendió que se iba a hacer cargo de las visitas del Pazo de Meirás, residencia de Franco durante muchos años.

Además, el jueves desfiló ante las cámaras de Al Rojo Vivo con el pretexto de exponer su versión de la adjudicatura del Pazo de Meirás. Mero pretexto, pues el portavoz de la Fundación se dedicó a ensalzar la figura del dictador, a justificar los fusilamientos franquistas y a despotricar contra la Ley de Memoria Histórica. Unas palabras que no pasaron desapercibidas para la sociedad española y que han suscitado un montón de críticas, como las de Alberto Núñez Feijóo que asegura que irán a los tribunales si se “ensalza la figura del dictador” en las visitas al Pazo.

Subvenciones de Aznar

Claro que la Fundación Francisco Franco no es una organización nueva. Y es que a principios de siglo recibió subvenciones por parte del Gobierno de José María Aznar de 150.000 euros entre 2000 y 2003. Un hecho que ha sido reconocido por el propio Ejecutivo actual en sesión plenaria ante una pregunta de Podemos en el Congreso de los Diputados.

El pasado mes de enero, los diputados de la formación morada preguntaron cuánto dinero había recibido la Fundación. En la respuesta del Gobierno, aseguraron que no se emitió ninguna subvención directa, sino que todas han estado libre de concurrencia a entidades privadas sin ánimo de lucro para el desarrollo de proyectos archivísticos. Más concretamente, en 2000 la FNFF percibió 41.080 euros en dos partidas. Al año siguiente la cifra ascendió hasta 42.070 y, por último, 26.690 euros en 2003.

Sin embargo, el Gobierno afirma que desde Zapatero, la Fundación Francisco Franco no recibe ninguna subvención.

Dinero para archivos clasificados

Casualmente, el dinero que Aznar proporcionó a la Fundación a través de subvenciones fue destinado a la digitalización de archivos y entregar una copia al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Entre las ingentes cantidades de papel, se hallaban documentos con información clasificada, según desveló ELPLURAL.COM el pasado mes de enero.

Un hecho que podría suponer delito pues, teniendo en cuenta la normativa vigente, en caso de ostentar documentación clasificada como ‘Secreto’, se debía haber puesto en conocimiento de las autoridades y, por supuesto, entregar esos documentos.  Informes de agentes secretos, órdenes de batalla, registros de tanques y artillería, tácticas bélicas y otros documentos con el sello de “MUY SECRETO”…

En definitiva, una cantidad de archivos que ostenta la FNFF y que podría constituir delito por violar la Ley de Secretos Oficiales. En su momento, la Fundación declaró a ELPLURAL.COM que “nadie nos había planteado nunca esa cuestión”. Además, afirman que tienen una gran cantidad de documentos y no pueden conocer todos. Incluso el Gobierno admitió en su momento que la FNFF poseía secretos oficiales.