El pequeño municipio gallego de Xunqueira de Ambía, en Orense, se ha visto sobresaltado esta semana al darse a conocer que el alcalde, José Luis Gavilanes, su ex mujer, Carmen Limia, y el hijo de ambos, Antonio, están siendo investigados como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros.

Los tres fueron interrogados por agentes de la Brigada Provincial de extranjería y documentación de Ourense el pasado día 24 por tener a tres inmigrantes sin papeles, dos de Senegal y uno de Colombia, limpiando y realizando trabajos de jardinería en su casa, en la empresa de autobuses de la que son dueños y en viviendas en las que se alojan los jugadores del Club Ourense Baloncesto, del que Antonio Gavilanes fue presidente hasta hace un año.

Según fuentes policiales, la familia les habría prometido un contrato de trabajo para regularizar su situación en el país que nunca se llegó a redactar. Tampoco hubo salario alguno, aunque sí un piso compartido en el que alojarse, ropa y comida.

La familia habría entrado en contacto con los tres hombres a través de Cáritas, organización para la que Carmen Limia trabajó como voluntaria durante un tiempo. Hasta el programa de inserción social de la asociación llegaban inmigrantes que salían del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar. El colectivo religioso, nada más ser informado de la situación, expulsó a la colaboradora.

José Luis Gavilanes ha negado haber sido detenido, aunque sí ha admitido que fue interrogado en la comisaría. ELPLURAL.COM ha tratado de contactar con el primer edil sin éxito, aunque medios de comunicación locales recogen declaraciones de Gavilanes en las que reconoce haber sabido de la situación de los inmigrantes a través de Cáritas y haberse ofrecido a ayudarles. Niega, no obstante, que trabajaran en su empresa, en su domicilio o en “cualquier otro lugar de mi propiedad” y subraya que todos “mis empleados están en situación de legalidad".

“Los llevé a la embajada en Madrid dos veces, fui a la Subdelegación del Gobierno para intentar solucionar su situación, envié un correo al diputado Celso Delgado para buscar soluciones..., pero como no tenían documentación no los podían devolver a su país y los dejaron en la calle”, narra el primer edil. “Yo me involucré en su historia y (…) los tratamos como a alguien más de la familia.

Gavilanes cuenta que, a uno de los inmigrantes, que ya ha sido expulsado, le manda dinero para que sobreviva en su país y que otro de ellos “encontró pareja aquí y cuando tiene alguna necesidad viene por casa”.

Por el momento, el Partido Popular se ha mostrado a favor de mantener la presunción de inocencia hasta que no se demuestre si cometió o no algún delito, mientras el grupo de la oposición Iniciativa por Xunqueira ha afirmado que debe dimitir.

El alcalde, por su parte, además de defenderse ha lanzado una advertencia: “Alguien se quiere colgar una medalla queriendo montar una trama. Si hay alguno que se está montando películas, que se atenga a las consecuencias”.