El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, 48 horas después de declarar ante el Tribunal Gürtel por la corrupción que asola al Partido Popular, ha comparecido ante los medios de comunicación para dar la última rueda de prensa del curso e irse de vacaciones. Rajoy ha vuelto a recurrir a su mantra por antonomasia: “el crecimiento económico”. Pero este curso parlamentario ha estado marcado por otras muchas aristas, por lo que, antes de desmembrar las cifras económicas y sacar pecho por unos datos pseudo-positivos, ha mentado el desafío soberanista de Cataluña.

Cataluña: “No habrá referéndum”

Mariano Rajoy ha anunciado que, tras el analizar el informe del Consejo de Estado, presentará un recurso de inconstitucionalidad por las leyes aprobadas por el Parlament para la ruptura exprés. El presidente del Gobierno ha sido contundente: “No habrá referéndum en octubre”. Rajoy ha afirmado que la consulta del 1-O, y por consiguiente la independencia, va en contra de la propia “estructura” institucional que mantiene un mayor autogobierno de Cataluña. Ha asegurado que “el Gobierno de España mantiene la determinación de mantener la ley”, eso sí, matiza que con “mesura”.

“Lo más importante que tiene que ocurrir después del 1 de octubre es la normalidad”, ha afirmado Rajoy, quien ha confirmado que ha hablado con Pedro Sánchez para ver qué ocurrirá en Cataluña tras el 1-O pero “no hay nada concreto”. Eso sí, ha advertido que el Gobierno catalán tiene que entender que no puede estar anunciando a todo el mundo que quiere liquidar la ley”.

Presume de unos datos maquillados

De estos seis primeros meses de año, Rajoy ha destacado “las constantes revisiones de crecimiento” y la mejor del “clima político” así como “la propia imagen institucional”, que “son, a día de hoy, mejores, y presentan una clara tendencia a seguir fortaleciéndose”. Una afirmación que podemos poner en tela de duda puesto que los medios internacionales han destacado la turbia imagen del presidente tras ser interrogado en sede judicial por la corrupción de su partido.

“España se encuentra en el cuarto año de una expansión económica y creación de empleo mayúsculos.”. Así ha arrancado Rajoy el apartado económico del discurso, antes de entrar de lleno en un maremágnum de cifras y datos que esconden un trasfondo trágico. Si bien es cierto que el paro ha caído por debajo de los cuatro millones de desempleados por primera vez desde la génesis de la crisis económica, la calidad es ínfima: los empleos son muy precarios. Además, ha mencionado las previsiones de crecimiento del PIB, que se han revisado superando el 3,1%. Mención especial para el “sector exterior”. Rajoy ha destacado la “competitividad de las exportaciones” y que es el quinto años consecutivo que “cierra con un saldo positivo”. “Hoy, las exportaciones de bienes y servicios representan el 33% del PIB y podría aumentar al 35% en próximos años. España es el país que más exporta salvando Alemania”.

Los buenos y los malos

Mariano Rajoy ha agradecido la “actitud de colaboración” de Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias. “Hemos acreditado la estabilidad” del Ejecutivo en una legislatura sin precedentes, ha dicho Rajoy, tras lo cual, ha agradecido el apoyo de los partidos mencionados, al tiempo que ha cargado duramente -de manera implícita- contra PSOE y Podemos, a quienes ha atribuid “tacticismos rancios y vuelo pobre”. “Pretender encasillarse en el bloqueo permanente o en la política de escaparate no conduce más que a la exclusión”, ha sentenciado Rajoy, quien ha tenido una mención especial para Pablo Iglesias (aunque no le ha mencionado): “Hemos superado con absoluta tranquilidad la moción de censura, que sirvió para demostrar que no existe una mayoría alternativa”.

En este punto, ha mencionado varias de las medidas aprobadas durante el curso parlamentario tales como la Ley de Autónomos, el Pacto de Estado contra la violencia de género o la inversión (rescate incluido a las autopistas privadas en quiebra).

Europa, brexit y crisis de refugiados

El nexo que ha utilizado Rajoy para ensamblar el apartado de política nacional y política internacional ha sido la afirmación de que “los populismos europeos han retrocedido notablemente”. Ha destacado la victoria de Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las presidenciales francesas frente a la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen.

Asimismo, ha subrayado que “Europa está dando muestras de cohesión y responsabilidad en las reuniones con Reino Unido” en relación al brexit. En este punto, ha mencionado que España está manteniendo un rol activo en los debates sobre el futuro de la Unión Europea: la gestión de los flujos de inmigración y la lucha contra el terrorismo.

No podía faltar Venezuela

omo no podía ser de otra manera, Venezuela no ha faltado a su cita. Mariano Rajoy tan solo se ha referido a un país en concreto y de manera profunda, y este ha sido el presidido por Nicolás Maduro. Nada fuera de lo normal puesto que el PP siempre ha recurrido a este mantra para desviar el foco de atención, situado desde hace meses en la presunta finaciación ilegal del PP. “El Gobierno manifiesta su profunda preocupación por la situación crítica de Venezuela. Van tres meses de protestas y más de 100 muertos”. Además, ha criticado la convocatoria de las elecciones de cara a una Asamblea Constituyente porque “no respeta los criterios democráticos esenciales”.