Tras más de 100 días en prisión, después de haber negado la mayor por su implicación en el caso Lezo, Ignacio González ha pedido salir de la cárcel alegando haber sufrido "grave deterioro físico y psíquico”.

Hace sólo unos días se nos presentaba a González y su hermano, ambos en la cárcel de Soto del Real por el supuesto desvío de fondos públicos del Canal de Isabel II, como unos embajadores de lujo para Ángel María Villar, el ya suspendido como presidente de la Real Federación de Fútbol (RFEF).

Ahora, su defensa pinta una cara muy diferente del que fuera presidente de la Comunidad de Madrid. Según ha explicado en un escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, Gonzáles estaría desesperado y vive un "manifiesto" y "grave deterioro físico y psíquico" que se podría solventar si este quedara en libertad provisional. Hay que recordar que el juez Velasco decretó para él prisión incondicional el pasado 21 de abril.

Su defensa cree que ha colaborado con la justicia

El pasado miércoles, Ignacio González llegó a la Audiencia Nacional para declarar a petición propia. Aunque se esperaba que aclarase algunos temas para facilitar que el juez rebajara las medidas cautelares impuestas contra él, González dedicó su intervención anegar la mayor.

González contó una versión de la Lezo en la que él no es el cabecilla de ninguna organización criminal. Él él sólo pasaba por allí, pues nada sabe sobre el desvío de fondos del Canal de Isabel II o la compra fraudulenta de empresas en Latinoamérica. No puede aportar ningún dato de la compra de la brasileña Emissao, que se efectuó con sobreprecio de 20 millones de euros del capital público de la Comunidad de Madrid.

Pese a ello, su defensa no ha dudado en decir que González ha colaborado con la justicia y que, por ello, debe salir de la cárcel. "Manifestó cuanto conocía respecto a aquellos hechos y contestó a todas las preguntas que tuvo oportuno realizarle el ministerio fiscal, sin rehuir ningún tema de los que se le plantearon ni negarse a contestar a ninguna cuestión", han resaltado los abogados.

Aceptaría el arresto domiciliario

Gonzáles estaría dispuesto casi a cualquier otra medida con tal de abandonar Soto del Real. De hecho, su defensa ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que sea sometido a un arresto domiciliario, que esté siempre localizable con un sistema electrónicos que vigilaría sus movimientos o que tenga comparecencias "incluso diarias" o "cualquier otra que se considere adecuada para garantizar su presencia en territorio español".