Es lunes al mediodía en Madrid. El calor, sin llegar a ser la ola anterior, castiga frontalmente en Callao. El tráfico, más amable y permisivo que de costumbre y el deambular plagado de turistas y guiris asiáticos, británicos, nórdicos... por las céntricas calles, indican que estamos en julio vacacional. Gorka Landaburu Illarramendi nacido en el París del exilio familiar en octubre de 1951, aparece en la cafetería del hotel donde hemos quedado para realizarle esta entrevista.

Podría pasar por un turista más cuando aparecere puntualmente con su maleta de ruedas. Acaba de llegar a Barajas desde su Euskadi natal en su nido umbilical de Zarauz. En realidad el País Vasco forma parte de su trinaturalidad patriótica. Y es que Gorka se siente ciudadano francés, español y vasco. Su acento además denota el mestizaje de las tres lenguas. La "erregg" pronunciada en perfecto galo, las "s" final en castellano y la contundencia tonal que solo una voz euskalduna posee. Me comenta, nada más que llegar, que ya añora la brisa fresca de la playa zarauztarra.
 

Doble nacionalidad
Miembro de una familia exiliada en París de siete hermanos -él era el sexto-, su padre falleció cuando él tenía 10 años. Este, Francisco Javier de Landaburu Fernández, fue diputado del PNV durante la II República y vicelehendakari del Gobierno Vasco y más tarde, ya en Francia, miembro de la Resistencia. En la capital de Francia cursó sus estudios de periodismo. Llega a España en 1972, con 20 años, ejerciendo como profesor de francés en varias escuelas. Posee la doble nacionalidad franco-española y nos subraya que no olvidará jamás su gran agradecimiento al Gobierno galo por la gran ayuda que prestó a su familia, en su niñez y juventud, para que salieran adelante tras el fallecimiento del su padre.

Los tiempos del "Cambio"
Gorka es una de los rostros del gran periodismo de inicios de la Transición a la par que el de ahora. Con un bajage inmenso de experiencia en numerosos medios de comunicación franceses y españoles, actualmente es director de 
Cambio 16 y presidente de su nuevo grupo editor. Fue precisamente en esta mítica revista donde comenzó a hacer periodismo al poco de llegar de Francia. Decir "Cambio" es decir historia del periodismo, honestidad, información valiente, comprometida y sobre todo es gritar Libertad y Democracia para España. Y en esa nueva tarea, renovada y adaptada a los nuevos tiempos se halla ahora y en un puente áereo particular entre Madrid y Zarauz.

Romántico, francés, español y vasco

Gorka Landaburu es un romántico en el sentido del amor que al paisaje, cultura, lengua, costumbres e incluso a la gastronomía de su país caracterizaron a los autores de este movimiento de finales del XVIII. Como buen romántico, el sentimiento aflora a cada instante de esta larga y a la vez cortisima conversación de dos horas y media, cara a cara y con dos botellines de agua mineral, francesa casualmente, como testigos. Ante mi pregunta de cuál es su "patria", me confiesa que se siente "francés, español y vasco". De Francia, "donde nací y me eduqué, amo su propia cultura y la defensa de la laicidad". De España ha heredado "la necesidad de luchar contra la intolerancia o la injusticia y a favor de la democracia". Su sentir vasco lo entiende como "la defensa identitaria que caracteriza a este pueblo que me retrotrae a mis orígenes familiares y al recuerdo del exilio y la guerra civil".  

 

"Las Patrias"
Al hilo de la patria o "las patrias", me interesa saber su opinión sobre el libro de Fernando Aramburu: "Es la radiografía exacta de lo que hemos vivido y hemos pasado mucha gente por ser víctimas de ETA. Recomiendo su lectura porque además Fernando hace una gran trabajo en lo literario". Entrando ya en arena sobre el País Vasco y el terrorismo a Landaburu se le ve más serio, más contudente si cabe. Le demando su opinión por los datos que arroja una reciente encuesta que señala que tan solo un 20% del electorado de Bildu rechaza frontalmente a ETA. ¿Cree que al igual que existe un "franquismo sociológico existe un "etaismo" incrustado en la sociedad vasca?, es mi pregunta. La respuesta es categórica: "Sí, queda y sí existe. La izquierda abertzale necesita digerir lo que ha ocurrido. Nostálgicos hay aunque serán menos. Deben hacer examen de conciencia y autocrítica. La harán, tarde o temprano pero lo harán. Les costará porque tienen que renunciar a todo su pasado. Son muchos años de historia pero ETA tendrá que disolverse. Le debe una explicación al pueblo vasco del uso del terrorismo para defender unas suuestas ideas".

La garra de ETA le alcanza
Y llega el momento en el que entrevistador duda de la pregunta por si incomoda al personaje entrevistado. Se trata del atentado de ETA que Gorka Landaburu sufrió el 15 de mayo de 2001. Un intento milagrosamente frustrado de asesinato con graves heridas de las que tardó un año en sanar y que a punto estuvo de ser letal para su vida.  El periodista recibió en su domicilio de Zarauz un paquete de una suscripcion a una revista. Era un paquete bomba de ETA con 150 gramos de Titadyne. Al abrirlo le explotó causándole graves heridas​ en la cara y en el abdomen. Como consecuencia se le amputó una falange del dedo índice derecho y otra de todos los dedos (salvo el pulgar) de la mano izquierda y un traumatismo ocular. Derivadi de ello sufrió hasta cinco intervenciones quirúrgicas (foto tras atentado). Los asesinos idearon el escenario pensando, como hubiera sido lógico, que Gorka hubiera abierto el sobre sentado en su silla del despacho. Afortunadamente venía de ducharse y lo abrió de pie al pasar por la mesa. Eso desvió el área del impacto y, de paso, le salvó la vida. Su domicilio fue también varias veces atacado por lo que tuvo que llevar escolta durante varios años.  

 

Pero ETA no consiguió amedrentar ni al comunicador a ni al hombre. Años después, durante el juicio y ante sus agresores les espetó: "Yo soy periodista, me habéis cortado las manos, me habéis dejado ciego del ojo izquierdo, y tengo cicatrices por todo el cuerpo, pero os habéis equivocado, no me habéis cortado la lengua. Voy a seguir peleando por la paz y la libertad en Euskadi". Le pregunto si el recuerdo de ese momento, del estallido de la bomba, de la sangre y del dolor le viene a la cabeza. Me responde que sí, que a cada momento. Pero la respuesta va cargada de ironía y cierta sorna: "Me acuerdo cada vez que me ato los cordones de los zapatos, cuando se me cae un bolígrafo al suelo, cuando cojo un objeto... siempre, todos los días me acuerdo de ETA".

El PP ha utilizado a Miguel Angel Blanco. Aznar y las negociaciones con ETA
Llegado este momento de la entrevista y recién cumplido, 
envuelto en polémica, el veinte aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, quiero saber su opinión por lo ocurrido. Opina a este respecto que quiere "ser prudente" en sus declaraciones "porque soy miembro de la Fundación de Víctimas del Terrorismo". "Me parece muy bien los homenajes como ahora a Miguel Ángel Blanco. Dicho esto, he visto como muy desproporcionado la utilización política y partidista que ha hecho el Partido Popular con la figura del concejal asesinado. Y no digo mas". A propósito de la hipocresía trae a colación que "al año de que ETA asesinara al joven concejal de Ermua, Aznar se sentaba en Burgos con HB y Otegui; en Suiza con enviados de ETA, mientras que Mayor Oreja negociaba a escondidas una salida para los presos de ETA". 

PSOE liderá la izquierda "acordando" con Podemos
Llegamos a la actualidad política que él analiza diariamente. Hablamos del PSOE, de Pedro Sánchez, Eduardo Madina y de Podemos, entre otros temas. Cree que "el PSOE ha atravesado una crisis muy profunda del propio partido y de la socialdemocracia europea. Es una crisis que arrastra de tiempo por cometer el error de abandonar determinados principios que definen al socialismo democrático y que han dañado teriblemente su credibilidad y por lo que se le ha castigado". Se muestra esperanzado porque "el PSOE nunca va a desaparecer y volverá a renacer. Para ello deben de acertar en el diágnóstico y adoptar las medidas para liderar a la izquierda en su conjunto". Sobre Podemos advierte que "es un serio aviso de que la izquierda tradicional no ha hecho sus deberes bien". Sobre si es un fenómeno transitorio o estable mantiene que "puede ser que Podemos haya llegado para quedarse pero la izquierda la liderarán los socialistas si aciertan a  corregir sus errores". Vaticina que "habrá que buscar fórmulas de Gobierno con la formacion de Pablo Iglesias pero con el PSOE de referente".

 

Como vasco que es y un gran conocedor de las interioridades del PSOE y del PSE, recabo información sobre el futuro de Eduardo Madina. Landaburu opina que "el problema de Edu es que perdió el Congreso pero él es un socialista con mucho talento. Lo conozco y sé que cuando se templen las aguas en el socialismo español habrá que recuperar a Eduardo Madina para el PSOE".

El nuevo "Cambio 16"
Tras casi tres horas de conversación hay que ir acabando. Son las 15,30 y el director de Cambio 16 tiene una reunión de trabajo en media hora. Aunque ni me insinúa como dijo Francisco Umbral "Yo vine aquí a hablar de mi libro", es obligado preguntarle por su nueva responsabilidad y qué queda de aquella mítica cabecera. Recuerda como "Cambio 16 fue la referencia informativa de la Transición política y de la apertura en los años 70 y 80". "Yo empecé en Cambio en el 77 y mi hermano Ander desde su inicios". Cree, como Dylan, que "los tiempos cambian y los periodos no son comparables, ni las épocas de salida de una dictadura con las de una democracia". "Es un sector, el de la prensa, en grave crisis. Hay que volver a que el periodista sea creíble. Las redes sociales están muy bien y son necesarias pero lo invanden todo y en muchos casos han perjudicado a la información". La filosofía de la nueva etapa de la revista impresa y en la calle cada mes -además de la información digital-, la define "como "la búsqueda de la actualidad más pausada y más reflexiva". "En esa tarea estamos ahora y en esa labor me vuelco".

Terminamos. Es la cuarta ocasión que tengo la oportunidad de hablar en profundidad con Gorka Landaburu. Siempre mantiene la misma constante como es la de hablar con naturalidad del terrorismo, sin odio pero sin ingenuidad o falso buenismo impostado, algo casi de épica heróica en una víctima de ETA. Siempre dotado de una profunda capacidad de análisis y siempre templado y riguroso. Siempre agradable, afable, locuaz y siempre, siempre, maestro a pesar de haber sufrido en carne propia "dos dictaduras, la de Franco y la de ETA".