Error, inmenso error o una tragedia de enormes dimensiones significaría qué la primera persona en ingresar en prisión por los casos de bebés robados en España, en su inmensa mayoría durante el franquismo, fuera una luchadora víctima en busca de sus orígenes biológicos e identitarios.

María Ascensión López Rodríguez, tiene 53 años. De niña, con 8 años de edad, conoció la terrible verdad oculta al desvelarle un familiar que fue “adquirida”  al nacer por 250.000 pesetas. Este duro descubrimiento provocó que se dedicara intensamente a la búsqueda de su identidad. Tras recabar numerosos datos decidió en 2012 interponer una denuncia en una comisaría de la Policía Nacional de Sevilla.

Denuncia como bebé robado archivada
Por las informaciones que consiguió Ascensión intuía que jamás fue una niña adoptada tal y como le habían hecho creer falsamente. Llegó a la conclusión de que en realidad se trataba de esa triste figura de ser una niña robada, un bebé hurtado, raptado y separado de su familia original. Como tristemente está ocurriendo en la mayoría de este tipo de casos, su denuncia se archivó en 2014.

Y es que antes, en 2013, Ascensión (en foto de portada con su madre adoptiva yen interior actualmente) revelaba toda la información que había logrado obtener durante años entre las que incluía graves irregularidades en torno a  su adopción. Fue muy valiente y perseverante y acudió a los medios de comunicación que se hicieron eco de las referencias de Ascensión a un personaje clave en este proceso, una monja, curiosamente sobrina de su padre adoptivo -foto interior-, y que fue la que ayudó a sus padres a conseguir la adopción de la menor.

Querella de la monja y condena
Tras estas revelaciones, la monja se querelló por supuesto delito de injurias y calumnias. La monja, Sor Dolores, reconoció que la firma que aparece en su expediente de adopción es la suya. La querella fue admitida a trámite y Ascensión fue condenada posteriormente por un juzgado Almería a cinco meses en la cárcel. Se le acusó, y ahora se le condena, por  un delito de injurias y calumnias a pagar una multa de 3.000 euros y una indemnización de 40.000,00 euros. La causa fue originada por la querella de la monja tras pretender demostrar Ascensión que fue robada, no adoptada. Sor Dolores se querelló  en octubre de 2015.  Según relató Ascensión, “Yo tenía tan pocos medios y solo un abogado de oficio que apenas sabía de mi caso”. 

Movilización en su favor: firmas en Change.org
Los problemas se le complicaron aún más a la bebé robada al no poder hacer frente a la multa. Por ello María Ascensión tendrá que pasar cinco meses en prisión. La movilización para evitar que ingrese en prisión ha comenzado y la está liderando la Coordinadora X24 (Federación de asociaciones de víctimas por adopciones ilegales y desaparaciones infantiles forzandas en España)  que ha presentado al Ministro de Justicia,

Recurso al Gobierno y petición en Change.org
Se ha presentado un escrito y petición al ministro de Justicia Rafael Catalá. Se trata de una solicitud de indulto total para Ascensión. A esta iniciativa se están sumando  numerosas asociaciones, organizaciones, entidades y ciudadanos en nombre de todas las víctimas. Apelan en el escrito a la “defensa de los más elementales Derechos Humanos”. Asimismo esta iniciativa se ha traslado a la plataforma Change.org recogiéndose actualmente firmas para que Ascensión no pise la cárcel.

Solamente dio a conocer su caso
En el texto trasladado a la plataforma de peticiones por parte de la Coordinadora X24 alegan que la mujer no debe ingresar en prisión por numerosas razones. En primer lugar porque “siendo más o menos adecuadas sus declaraciones, no estaba en el ánimo de nuestra compañera injuriar o calumniar a la monja que intervino en su adopción, tan sólo quiso dar a conocer públicamente su situación”.

Sentencia excesiva
Creen también que el motivo por el que entraría en prisión no es que fuera condenada a ello, sino que no puede hacer frente a la multa de 3.000 euros por su precaria situación económica. Por último defienden que “la sentencia es excesiva”, mucho más si se ve cuenta la lentitud con la que se suelen atender sus denuncias por bebés robados.

¿Qué opción les queda a los bebés robados?
Finalmente se pegunta la coordinadora qué otra opción tienen las víctimas en un “Estado que nos deja en la más absoluta indefensión, que no investiga, que da por prescritos crímenes de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles, que el ser nosotras mismas las que busquemos la verdad de lo que pasó con nuestros niños y que esos niños, hoy hombres y mujeres, como Ascensión, busquen su verdadera identidad por todos los medios posibles”. Califica de “tremenda tragedia que la primera persona en entrar a la cárcel por el tema de los bebés robados fuera una víctima en busca de su identidad”