Felipe González ha redefinido su ya clásica comparación de los expresidentes con un jarrón chino para alertar sobre las nuevas generaciones. Lo ha hecho en el foro organizado por ABC y Vocento con motivo de los "40 años de democracia" en el que también participan José María Aznar y José Luis García Zapatero. El expresidente socialista ha comenzado su intervención con una jugosa metáfora: "Siempre he dicho que un expresidente es un jarrón chino en un apartamento pequeño. Es un objeto de valor pero nadie sabe dónde ponerlo. Y ahora además corre el riesgo de que un niño le de un codazo y lo acabe tirando a la basura".

Lo que no ha aclarado es a quién se refería, si a Pablo Iglesias o a Pedro Sánchez, el recién elegido secretario general del PSOE, con quien mantiene las distancias. No acudió al Congreso aunque sí participó por videoconferencia.

El expresidente socialista ha querido poner en valor el futuro. "Me importa más lo que pasa o lo que pasará. Una nación es un espacio público compartido".