El pasado 20 de junio, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se confesaba ante la presa y todos los españoles: no pensaba rebajar los impuestos ni existiría margen de maniobra para pactar rebajas en el IRPF porque todavía queda mucha legislatura por delante y prefiere guardarse las cartas cuando llegue la campaña electoral. Esto es lo que él llamó "las zanahorias"; es decir, anunciar bajadas de impuestos como zanahorias que los ciudadanos puedan morder y votarles. Ni más ni menos.

En sólo unas semanas las cosas han cambiado y, al final, ha sido Ciudadanos quien ha mordido el cebó en la carrera.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha presentado el techo de gato y necesita apoyos. En toda negociación hay que ceder y dar para alcanzar un acuerdo y, tras más de una hora de reunión con Montoro, C´s ha anunciado que votará a favor del techo de gato a cambio de una rebaja en los impuestos de 2.000 millones en el IRPF. Así ha llegado la primera zanahoria, esa que Montoro prefería guardarse para más a delante para conseguir más beneficios para el PP.

La negativa del PSOE a votar a favor del techo de gasto ha hecho que el Gobierno saque sus cartas antes de tiempo si quería conseguir el apoyo necesario en el congreso, 32 votos, los de Ciudadanos.

El cómo y el cuándo para septiembre

Eso sí, todavía no se sabe cómo ni cuándo se empezará con esta bajada en el IRPF. Como han asegurado tras la reunión, de eso ya se hablará en septiembre. Es más Montoro ha asegurado que el Gobierno se reserva esta medida para cuando España salga del procedimiento de déficit excesivo, lo que ocurrirá a lo largo de 2018.

Y aunque este acuerdo tiene que ser ratificado por la Ejecutiva de Ciudadanos, ya se da por hecho. Tanto el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, como otros miembros del equipo negociador se han mostrado a favor. Y como C´s no se fía de que el Gobierno del PP incumpla sus promesas, advierte que de no llevarse está a cabo votarán en contra de los presupuestos para el 2018.

Lo que sí se sabe es que no será un descenso del IRPF a nivel general, sino sólo en los tramos más bajos. Posiblemente beneficie a las rentas que queden por debajo de los 30.000 euros.

También se negociarán rebajas en forma de deducciones por maternidad y por personas con dependientes a su cargo.