Este lunes 26 de junio es un día muy especial para Luis Bárcenas y el Partido Popular. Es el día marcado en rojo en el calendario para que el extesorero abra el desfile de exdirigentes populares que van a acudir a la Comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP. La expectación es máxima, todos los partidos -salvo el PP, que no hace más que poner trabas para frenar la investigación sobre su caja B- esperan que Bárcenas esboce un atisbo de luz y ayude en la investigación, pero podría defraudar. ¿Qué esperar de su comparecencia?

Acudir, acudirá…  pero no abrirá la boca

Se dice comúnmente que “si hay que ir se va, pero ir para nada es tontería”. Y esto es precisamente lo que va a hacer Luis Bárcenas. Según el Reglamento del Congreso de los Diputados, concretamente en el artículo 52, se especifica que “las Comisiones de Investigación […] podrán nombrar Ponencias en su seno y requerir la presencia, por conducto de la Presidencia del Congreso, de cualquier persona para ser oída”, y se añade que estas comparecencias se ajustarán a lo dispuesto en el artículo 76.2 de la Constitución, el cual reza que “será obligatorio comparecer a requerimiento de las Cámaras”. En caso de no hacerlo, “la Ley regulará las sanciones que puedan imponerse por incumplimiento de esta obligación”.

En otras palabras, Bárcenas no podrá eludir su cita de este lunes. Acudirá. Eso sí, no tiene por qué responder. Y es que, la Constitución española recoge el derecho de una persona a no declarar en su contra y, dado que Bárcenas está procesado, podría negarse a responder. Una estrategia que fuentes del PP aseguran que no sabe si adoptará o no.

El miedo a Bárcenas

Estaba en su acuerdo de investidura con Ciudadanos y el propio PP votó a favor de su creación, pero desde que se constituyó, los de Mariano Rajoy no han hecho más que poner trabas a la Comisión de investigación sobre su presunta caja B y han focalizado todos sus esfuerzos en frenarla. El último paso de la formación popular en esta hoja de ruta les llevará al Tribunal Constitucional. Fernando Martínez-Maíllo, coordinador general del PP, anunció el pasado miércoles que si la Mesa del Congreso tumba el documento que presentaron pidiendo la “reconsideración” de la comisión, “nos veremos obligados a acudir al Constitucional”. Desde el PP denuncian que la investigación debería contar con unos límites temporales y cercando las administraciones afectadas porque, si no, se trataría de una “causa general” contra un partido político. ¿Tienen miedo?

A pesar de que el PP dice desconocer la estrategia que seguirá Luis Bárcenas en su declaración, todo parece apuntar a que no responderá a las preguntas -al menos a las que puedan comprometerle-. Además, el extesorero ha ido dejando pistas que apuntan a que podría haber un pacto entre el propio Bárcenas y el presidente del Gobierno: unas grabaciones entre Ignacio González y Zapalana que así lo aseguraban, el empeño de Bárcenas en destacar que fue Rajoy quien puso freno a la relación de Correa con el PP, sus declaraciones en las que aseguraba que le parecía un "despropósito” que Rajoy declarara en la GürtelMuchas migas de pan por el camino.

La inquietud popular

Con todo, el PP está inquieto. Está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias y su turbación se refleja en sus comparecencias. Maíllo entró en cólera cuando PSOE, Podemos y Ciudadanos sacaron adelante el plan de trabajo de la Comisión de investigación. “Se ha convertido en una comisión contra el PP, en una Inquisición” o “la Comisión es un paripé, nace muerta, y es inútil” fueron algunas de las perlas que pronunció. Incluso, tachó de “ilegal” la Comisión y paso al contraataque: crearon una Comisión de investigación sobre la financiación del resto de partidos y han pedido las comparecencias de Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pedro Sánchez. De esta manera, el PP hará uso de su mayoría absoluta para, en palabras de Maíllo, “sacarles las vergüenzas”.

La Comisión más tensa

El nerviosismo, la inquietud y las trabas del PP no gustan en absoluto al resto de partidos. Las caras de los integrantes de la Comisión al concluir cada reunión lo dicen todo, y si por si aún quedaba alguna duda, alguno de los diputados incluso espetan por los pasillos del Congreso: “Al final me voy a cabrear”. Y es que, según ha podido saber ELPLURAL.COM, los encuentros de la Comisión de investigación sobre la caja B del PP son los más crispados que se recuerdan. Una de las fuentes señaló a ELPLURAL.COM que “la tensión es tremenda, de las más tensas que recuerdo. Sobre todo entre PP y PSOE”.

Bárcenas se acogerá a su derecho de no declarar, pero esto no parece que esta decisión apacigüe los alterados nervios de las filas del PP, que seguirán intentando truncar la investigación sobre su presunta financiación ilegal.