Durante unos minutos se ha desatado el pánico en la Puerta de Alcalá. Los hechos ocurrieron la pasada noche. La Policía Nacional activó el protocolo antiterrorista al detectar un cinturón sospechoso en un hombre que tuvo que ser atendido por el Samur, en las proximidades del restaurante Ramsés.

La atención se debió al estado de embriaguez del individuo, un varón madrileño de 42 años que portaba un cinturón que, posteriormente, apreciaron los sanitarios mientras se interesaban por la salud del transeúnte.

Los servicios sanitarios detectaron un cinturón con varios paquetes negros adosados al cuerpo. Inmediatamente después, los miembros del Samur avisaron a las Fuerzas de Seguridad, que se personaron en el escenario para interrogar al varón que, al principio, se negó a ofrecer explicación alguna. Esto provocó que los agentes pidieran a los artificieros del TEDAX que fueran para dirimir si se trataba de un cinturón de explosivos.

No obstante, los perros descartaron la existencia de bombas cuando los agentes manipularon el cinturón. No se detectó ningún material explosivo, pero lo que sí encontraron fueron 185.000 euros de curso legal en su interior. Una falsa alarma que sembró el pánico en este céntrico emplazamiento de la capital.