Luis Bárcenas ha anunciado que callará en la comisión de investigación de la financiación ilegal del Partido Popular. Acudir, acudirá, porque está obligado por ley, pero se ha acogido a la previsible excusa de que no contestará a las preguntas para blindar su estrategia de defensa en los tribunales. La decisión se veía venir, sobre todo por la sospecha de que el Partido Popular hubiera pactado con Bárcenas su silencio.

De hecho, en ELPLURAL.COM ya analizamos la posibilidad de que Mariano Rajoy y Bárcenas hubieran llegado a un acuerdo, a raíz de las palabras del extesorero al conocer que el presidente del Gobierno tendría que declarar como testigo en el juicio Gürtel: “Es un despropósito” declaró el extesorero.

Pistas había de sobra, como la conversación grabada entre Ignacio González y Eduardo Zaplana en la que decían que había un “pacto con Bárcenas” por el que “no puede decir nada contra Mariano”. O su retirada de la causa de la destrucción de sus discos duros. O su petición de nulidad en el juicio Gürtel

Ahora, su silencio anunciado en la comisión de investigación ha provocado que ya muchos periodistas se lo pregunten de viva a voz al Gobierno y al Partido Popular. Representantes de ambos han salido a negar que exista ningún pacto de silencio, con muchos aspavientos e incluso llegando a amenazar, como ha hecho el ministro de Justicia, Rafael Catalá: “A veces decimos que en sede parlamentaria hay inmunidad parlamentaria, pero fuera del Parlamento, atribuir delitos a responsables públicos... Quien dice esas cosas se lo debería pensar mejor".

Aunque la negativa más llamativa ha sido la de Rafael Hernando, portavoz del Partido Popular en el Congreso, quien ha considerado “un insulto” la pregunta de si había pacto. “Nosotros ni pactamos, ni negociamos con el señor Bárcenas. Ni lo hemos hecho antes ni lo vamos a hacer ahora”, ha dicho Hernando.

Sin embargo, es llamativo que Hernando se haya referido al extesorero como “el señor Bárcenas”, cuando hace unos meses era él mismo el que utilizaba para él la expresión “delincuente” o decía cosas como “que cada vez que hable de este partido o del presidente del Gobierno, que se lave la boca con lejía”.

De hecho, los insultos y repudios del PP hacia Bárcenas eran entonces constantes, como recogió este miércoles El Intermedio. “Nos da un asco que no podemos más”, decía Javier Maroto, quien también le llamó “presunto delincuente”. O María Dolores de Cospedal, que hablaba de él como “un mentiroso compulsivo”.

Ya no hay insultos, ya no hay desprecios, ya no se oculta su nombre con la fórmula “esa persona de la que usted me habla”. Ahora es “el señor Bárcenas”, pero insinuar que hay pacto entre el PP y Bárcenas es “una necedad, por no decir injuria”.