Grupos de extrema derecha europeos se llevan organizando desde hace varios meses para boicotear la labor de las ONG que rescatan en el mar Mediterráneo cada día a miles de inmigrantes que intentan llegar a Europa huyendo desde las costas africanas.

Bajo el lema “Defender Europa”, grupos como Generación Identitaria defienden que “en la actualidad, las llamadas ONG ‘humanitarias’ están traficando con cientos de miles de inmigrantes ilegales a Europa y están poniendo en peligro la seguridad y el futuro de nuestro continente. Son ellos los responsables del ahogamiento masivo de miles de africanos en el Mediterráneo. Pero ya no estamos mirando a otro lado. Afrontaremos sus barcos y defenderemos Europa”, tal y como recogen en su página web.

En mayo esta organización ya consiguió fletar una lancha que consiguió ralentizar durante unas horas la labor del Aquarius, barco de la ONG SOS Mediterranée, colocándose frente a él hasta que intervino la marina italiana y detuvo a sus ocupantes.

Campaña de crowdfunding

Aunque no con muchos adeptos en redes sociales, como se puede comprobar con el número de seguidores o visualizaciones en sus vídeos, esta iniciativa de extrema izquierda sí que tiene tras de si un importante apoyo económico.

A través de una campaña de crowdfunding anónima con un objetivo inicial de 50.000 euros, alcanzaron a principios del mes de junio 64.259 euros en menos de tres semanas, según publica el diario británico The Guardian, destinados a pagar por los buques, gastos de viaje y equipos de cine.

Expandiendo sus ideas

Organizaciones como Pro Activa Open Arms, conocida por el documental de Jordi Évole, han denunciado ya la intención de grupos radicales de criminalizar sus acciones. Este es el caso de partidos xenófobos como la Liga Norte italiana, según recogió el diario Vilaweb.  El propio vicepresidente del parlamento italiano, Luigi Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, escribió hace poco en su cuenta de Facebook: “¿Quién financia los taxis del Mediterráneo?”, acusando a las ONG de llevar los inmigrantes de una costa a otra cobrando.

Desde Frontex, la agencia europea de vigilancia de fronteras, también se empieza a dar cabida a estas ideas contra el trabajo de las ONG. Su director Ejecutivo, Fabrice Leggeri, aseguró en febrero en una entrevista al diario alemán Die Welt que se debía evitar de apoyar el negocio criminal de las redes de traficantes en Libia con embarcaciones europeas que recogen inmigrantes y repensar el modelo de operaciones de rescate, porque la falta de coordinación con las ONG hace “más difícil obtener información sobre las redes de traficantes”.

Las cifras no dejan de aumentar

El drama de la inmigración por el Mediterráneo, con noticias de naufragios cada semana, no hace más que aumentar, incluso con estas ideas extremistas en auge. Las cifras de la agencia de la migración de las Naciones Unidas (OIM), recogen que 1.985 refugiados han muerto cruzando el Mediterráneo en lo que va de este año (datos a día 20 de junio) con otros 6.453 migrantes rescatados fuera de Libia y más de 230 cuerpos extraídos de las aguas. 

Las organizaciones benéficas humanitarias que operan en el Mediterráneo han ayudado a salvar las vidas de miles de refugiados, más de la mitad de ellos mujeres y los niños que hacen la travesía en las condiciones más precarias y adversas.