Durante sus últimas horas al frente del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, el Juez Eloy Velasco, instructor del caso Púnica y la Operación Lezo -entre otros-, dejó deberes a su sucesor. Unos deberes que salpican a la senadora del PP por Murcia, Pilar Barreiro, y a Bartolomé González, exalcalde de Alcalá de Henares y actual diputado en la Asamblea de Madrid.
Velasco ha dejado un escrito pendiente de "formalizar" en el que pide que se investigue al hombre que amañó exámenes para Esperanza Aguirre
El magistrado ha dejado un escrito firmado que incluye una exposición razonada de argumentos por los que pide al Tribunal Supremo que impute a la senadora popular Pilar Barreiro por vínculos con el caso Púnica. Según el juez Velasco, en 2014, momento en el que era alcaldesa de Cartagena, la senadora desvió fondos públicos por valor de 4.840 euros para pagar al informático de la trama Púnica, Alejandro de Pedro, para mejorar su imagen, que había quedado maltrecha tras el escándalo de Novo Carthago -caso de corrupción urbanística-.
El magistrado le atribuye hasta cinco delitos: fraude, malversación, cohecho, prevaricación continuada y revelación de información reservada.
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El imputable diputado que juega al Apalabrados
Eloy Velasco dejó preparado un documento a su sucesor especificando las diligencias que deja pendientes. Entre ellas, se encuentra la de “formalizar”, según apunta El País, la petición de imputación de Bartolomé González al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
González es un viejo conocido. Exalcalde de Alcalá de Henares y actual diputado regional en Madrid, fue pillado junto a otra compañera popular, María Isabel Redondo, jugando al Apalabrado mientras la Asamblea de Madrid discutía la aprobación de la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, o en otras palabras, el texto que permitía la privatización sanitaria en seis hospitales y 27 centros de la región. Bartolomé González pidió perdón y dijo que “no hay ninguna excusa”.
El hombre que ayudó a Aguirre a amañar los exámenes
La charca de ranas de Esperanza Aguirre continúa creciendo. El diputado del Apalabrados es uno de sus hombres fuertes, tanto es así, que cuando en el año 2014 la expresidenta ideó los exámenes de honradez para los ediles populares tras el escándalo Púnica, Bartolomé González fue uno de los que ayudó a Aguirre a amañar los exámenes.
Trascendió que las pruebas eran un paripé y que los candidatos conocieron horas antes -e incluso días- las preguntas. Y Bartolomé, conocido como Bartolo, fue uno de los hombres que preparó a los elegidos.
