Desde hace unos días, un runrún recorre las redacciones periodísticas. Mariano Rajoy habría pedido al tribunal Gürtel de manera oficial -y no a través del Partido Popular, como hasta ahora- que su declaración como testigo se haga por videoconferencia. Incluso se habla de que el documento podría ir firmado por La Moncloa y no por el puño y letra del “ciudadano Rajoy”.

En ELPLURAL.COM hemos podido contrastar y confirmar que la petición existe, pero es imposible verla en formato físico, a diferencia de los documentos de la serie Rajoy como testigo que sí hemos podido ofrecer en nuestros lectores. ¿La razón? El virus Wanna Cry que protagonizó el pasado viernes un ciberataque.

Desde entonces, los sistemas informáticos de la Audiencia Nacional están en modo DEFCON 1, máxima alerta. Los ordenadores pasan más tiempo apagados que encendidos, aunque no porque se hayan registrado ataques del famoso virus de ransomware, sino como una medida de precaución.

Esto está afectando a aspectos mundanos, como el acceso a la red de WiFi de abogados y acusaciones que visitan la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, donde se localiza el tribunal que está juzgando la primera parte de la trama Gürtel, y ante el que tiene que declarar Mariano Rajoy.

Aunque la peor parte se la está llevando el sistema al que se suben los documentos que emanan de los tribunales, bien sean informes y declaraciones que surgen del levantamiento del secreto en los sumarios judiciales, o textos más mundanos como los autos y providencias. De hecho, de este segundo tipo, en el caso Gürtel lleva sin subirse documentos desde hace seis días, concretamente desde el impacto del virus Wanna Cry.

Otro caso es el de la Púnica, donde los últimos documentos que se han liberado no han surgido desde la Audiencia Nacional, sino que han sido subidos desde la Dirección General de Nuevas Tecnologías que depende del Ministerio de Justicia. En ELPLURAL.COM hemos preguntado al Ministerio de Justicia por estas precauciones, pero de momento no hemos recibido respuesta.

Y, por supuesto, ha afectado al proceso normal de la citación como testigo de Mariano Rajoy, quien habría pedido en un documento que su declaración se haga por videoconferencia, el cual es imposible de localizar. Existe, pero no hay manera de verlo.