Felipe González prendió la mecha asegurando que Pedro Sánchez le mintió, y se desató la guerra fratricida del PSOE. Ferraz se erigió como el epicentro de la ciclogénesis socialista y se convirtió en lo más parecido al infierno -al menos para algunos-. Una guerra civil que desembocó en un Comité Federal del 1 de octubre y que constituyó el fin de la etapa de Sánchez -por el momento-, quien dimitió tras perder la votación para convocar un congreso extraordinario . Desde entonces, una etapa de incertidumbre se abría ante los ojos del PSOE. Una formación que no ha hecho más que caer en picado en las encuestas electorales. Sin embargo, aquel dos de octubre supuso un punto de inflexión. Algo ha cambiado. La tendencia ha cambiado.

Desde la semana negra del PSOE -cuyo apogeo fue el dos de octubre con la celebración de un estrambótico Comité Federal-, el partido parece renacer de sus propias cenizas. Todas las encuestas electorales coinciden: desde que Pedro Sánchez fue dimitido, los socialistas suben en estimación de voto. Un hecho que ha tumbado algunos argumentos de creadores de opinión, que aseguraban que, sin un líder claro y en manos de la Gestora, el PSOE corría el peligro de desintegrarse y caer de manera flagrante, cuesta abajo y sin frenos.

Todos los medios coinciden

Dados los precedentes -Brexit, Trump, acuerdo de paz en Colombia…-, hay que coger las encuestas con pinzas. Pero en este caso, el dato es esclarecedor: independientemente del sesgo ideológico, todas las flechas apuntan en la misma dirección. La encuesta de Público coincide con la de El Mundo, la de Eldiario.es con la de El País, que no hace más que confirmar la tendencia marcada por el CIS.

La encuesta electoral por antonomasia, la elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), otorgaba al PSOE una intención de voto en julio de 2016 de 23,1%, casi cuatro puntos porcentuales por encima de Podemos (19,6%). Sin embargo, la tendencia cambió con la dimisión de Pedro Sánchez. El CIS otorgó un 17% de intención de voto al PSOE en octubre, un 18,6% en enero y un 19,9% en abril. Este último resultado le ha permitido recuperar la segunda posición, perdida tras el 26J, superando de nuevo a Podemos.

 

La encuesta de Eldiario.es señalaba el declive paulatino del PSOE tras el verano del 26J. Cayó del 22,3% de agosto al 20,9% en octubre. Continuó en caída libre, desplomándose hasta la tercera posición, tras Podemos, y a partir de diciembre comenzó su particular remontada, recuperando y consolidándose en la segunda posición. En la publicada en el mes de abril, los socialistas reciben un 22,3%, la misma cifra que en agosto de 2016.

En la misma tónica se sitúa el diario Público: en enero de 2017 presuponían 59 diputados, y en marzo 63.

Según los sondeos de intención de voto realizados por Metroscopia para El País, el PSOE pasó del 22,7% en los comicios del 26J al 18% en los publicados en octubre. El descenso prosiguió tras los datos recabados en el mes de octubre y publicados en noviembre (17,9%). Pero la caída se estabilizó y comenzó la recuperación: 19,1% en enero, 19% en marzo y 20,2% en abril.

En el caso de El Mundo, apuntan que, según datos recogidos por Sigma Dos, del 22,7% de las elecciones de junio cayó hasta el 19,4% en enero, y repunta hasta el 20,2% en marzo. Y con La Razón ocurre más de lo mismo. Su encuesta, encargada a NC Report, de noviembre del 2016 recoge una caída hasta el 19,5%, para subir al 20,8% en marzo y al 21% en abril.

La conclusión emanada de estos datos es clara: sin un líder, y con Pedro Sánchez dimitido, el PSOE ha repuntado en las encuestas y ha alterado la tendencia. Un viraje que se produce en pleno proceso interno, y que ha coincidido en tiempo y forma con la batalla fratricida morada y su cónclave, Vistalegre II, que constituyó el final del combate entre pablistas y errejonistas y que se saldó con victoria del secretario general, Pablo Iglesias, y la purga de Íñigo Errejón.