No es la primera vez que algún político popular usa términos nada apropiados institucionalmente y socialmente para calificar a Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid. En esta ocasión el que se no ha dudado en definirla ha sido el concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid, Percival Manglano.

En un artículo publicado en Libertad Digital ha señalado a Carmena como la “abuelita” que incita al odio al igual que lo hacen los dirigentes de Podemos, y eso “que se precia de ser independiente y no tener nada que ver con Podemos”.

Hace ya dos semanas que por las calles de Madrid circula un nuevo autobús con un mensaje plasmado en sus paredes. Hablamos del Tramabús de Podemos, con el que la formación normada quería denunciar a políticos y empresarios vinculados, supuestamente, con temas de corrupción.

Sobre este autobús, que Manglano define como el “Odiobús”, el Grupo Popular presentó este jueves una moción en el Pleno del Ayuntamiento con la intención de pedir “condenar el Odiobús de Podemos y exigir a todos los partidos políticos que se abstengan de lanzar campañas políticas basadas en la incitación al odio”.

Pues bien, según explica Manglano, Carmena votó en contra defendiendo que primaba la denuncia contra la corrupción y la libertad de expresión.

“El odio de raza, el odio de clase, el odio nacionalista han servido históricamente para enardecer a las masas y movilizar apoyos en las urnas y en las calles”, asegura Manglano y, a partir de este momento, empieza a atacar a Podemos y a Carmena señalándoles como unos incitadores al odio.

¿Respeto mutuo?

En su artículo, el popular pide respeto porque “no todas las personas que aparecían en el Odiobús estaban condenadas o tan siquiera acusadas de corrupción”. “Esperanza Aguirre, por ejemplo, salía en el autobús pese a no estar imputada en ningún proceso”.

Y aunque su escrito se basa en denunciar la falta de respeto de Podemos, no ha dudado en olvidarse de que ella llamando “abuelita” a Camena.

Aun así, dice que “la llegada de Podemos a la política española ha roto este clima de respeto” porque apelan “abiertamente al odio del contrario”.

“Abuelita”, “anciana”, “comunista”…

Carmena, tristemente, debe estar acostumbrada a que usen términos de este tipo cuando hablan de ella desde la caverna y sus medios afines. No han dudado en usar calificativos, motes e incluso insultos.

Cuando Camena planteó cambiar el Valle de los Caídos por el de “Valle de la Paz”, ‘Periodista Digital’ se llevó las manos a la cabeza y la llamó “Imagine Carmena”.

Tras la aprobación de la retirada de una treintena de calles con menciones franquistas, algunos de los familiares de aquellos que iban a perder una calle también se tomaron la libertad de calificarla.

Primero fue el nieto del general Dávila, luego el del general Saliquet, ambos con una carta dirigida a la alcaldesa de Ahora Madrid en las que no faltan las ironías de mal gusto. Poco después, fue el turno de la Legión. En sus quejas llamaban a la alcaldesa "sectaria anticristiana", “marxista” o "anciana comunista”.