El juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Madrid ha acordado este viernes la libertad condicional del expresidente de la Diputación de Castellón y del PP de esa provincia Carlos Fabra, internado en el centro de inserción social Victoria Kent, al haber cumplido ya las tres cuartas partes de la condena.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid han informado de esa decisión, adoptada en contra de la junta de tratamiento del centro Victoria Kent y de la Fiscalía Anticorrupción.

Fabra fue condenado en 2013 por la Audiencia Provincial de Castellón a cuatro años de prisión y al pago de 1,4 millones de euros de multa por cuatro delitos fiscales, tras considerar que el exmandatario había defraudado a la Hacienda Pública 693.000 euros.

Después de conocer la condena, el expresidente recurrió la decisión al Tribunal Supremo que rechazó el recurso, solicitó al Gobierno un indulto, el cual también fue denegado, y apeló al Tribunal Constitucional, que también desoyó su petición.

En diciembre de 2014 Fabra ingresó en la prisión de Aranjuez (Madrid) desde la que posteriormente fue trasladado, en abril de 2016, al centro de inserción social Victoria Kent, donde llegó a solicitar hasta tres veces la libertad condicional que ahora le han concedido.

Anticorrupción se mostró contraria a esta medida en las anteriores ocasiones "principalmente" porque Fabra no había abonado "los intereses de la cantidad a la que fue condenado en sentencia en concepto de responsabilidad civil". Esos intereses ascienden a "algo más de 300.000 euros".

Aun así, en su anterior solicitud de libertad condicional, la junta de tratamiento del centro emitió un informe desfavorable por mayoría y no por unanimidad, como había ocurrido las dos veces anteriores.

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Resulta difícil identificarlo, pero es él sin sus eternas gafas de sol con las que tapaba el ojo que había perdido de niño por accidente. Según cuenta el diario El País, jugando con su hermano y unas tijeras. El que fuera presidente del PP de Castellón siempre se había resistido a ponerse un ojo de cristal.

Fabra cumple una condena de cuatro años de prisión por fraude fiscal, aunque desde hace un años disfruta del tercer grado y sólo duerme en prisión de lunes a jueves. Tiene todavía dos causas pendientes.